Nicaragua el país menos democrático de América Latina, señala Índice de Democracia por The Economist
El último informe del Índice de Democracia, publicado por The Economist Intelligence Unit (EIU, por sus siglas en inglés), arroja que Nicaragua es el país menos democrático en América Latina, al ocupar el puesto 143 entre 167 países, sobre la trayectoria de la democracia a nivel mundial durante 2023.
Según el Índice de Democracia, Nicaragua supera a Venezuela que ocupa el puesto 142 y a Cuba que se ubica en el puesto 135. En pocas palabras, el régimen de Daniel Ortega mantiene a Managua como el país menos democrático de la región.
El puntaje del Índice de Democracia para América Latina y el Caribe experimentó su octavo declive consecutivo en 2023, con un promedio regional que cayó a 5,68, desde 5,79 en 2022.
A pesar de este descenso, el informe señala que la región sigue siendo la tercera más democrática del mundo, después de América del Norte y Europa occidental.
Además de estos líderes, “América Latina y el Caribe tiene los puntajes más sólidos a nivel mundial en procesos electorales y pluralismo, participación política y libertades civiles; sin embargo, obtiene el peor puntaje a nivel mundial en cultura política y tiene un desempeño deficiente en cuanto al funcionamiento del gobierno”, resaltan.
Por otro lado, el Índice de Democracia sostiene que la región alberga algunas de las democracias más sólidas del mundo, como Uruguay y Costa Rica, pero también varios regímenes autoritarios de larga data como Cuba, Nicaragua y Venezuela, y un país en estado de colapso, Haití.
De los 24 países que evaluaron, 16 registraron un declive en sus puntajes (66,6%), tres mejoraron su puntaje y cinco permanecieron sin cambios. Poco más del 1% de la población de la región vive en una democracia plena, la mayoría (54%) vive en una democracia defectuosa, el 35% en un régimen híbrido y el 9% en un régimen autoritario.
Este índice anual, que ofrece una visión general del estado de la democracia a nivel mundial, ha registrado una caída en su puntuación total, pasando de 5,29 en 2022 a 5,23.
La incidencia creciente de conflictos violentos ha tenido un impacto significativo en la evaluación de la democracia a nivel global.