Nombran ministra del MEFCCA a embajadora de Nicaragua expulsada de Brasil

Rosario Murillo confirmó, al mediodía de este jueves, la expulsión del embajador brasileño, Breno Souza da Costa, en Managua. Además, informó que la embajadora nicaragüense en Brasil, Fulvia Castro, ya está viajando hacia Nicaragua para asumir el cargo de ministra del Ministerio de Economía Familiar Comunitaria Cooperativa y Asociativa (MEFCCA).

“El día de hoy, jueves 8 de agosto, el embajador de Brasil, Breno Souza Díaz da Costa, ha salido de nuestro país, igualmente nuestra embajadora Fulvia Castro está en ruta hacia nuestra Nicaragua donde se desempeñará como ministra de la Economía Familiar a partir de su llegada y una vez formalizado el nombramiento por nuestro presidente”, reveló Murillo tras dar lectura a una nota de prensa.

En el anuncio Rosario Murillo evitó hacer mención de que su embajadora fue expulsada en reprocidad del gobierno brasileño por la expulsión de su embajador en Managua y se limitó a decir que la medida fue tomada "cumpliendo con nuestro pueblo".

Fulvia Castro pasará a ocupar el cargo de Justa Pérez Acuña, quien fungía como ministra del MEFCCA, pero fue destituida y detenida esta semana por supuestos actos de corrupción no autorizados, según confirmaron dos fuentes a 100% Noticias.

Este mismo jueves se conoció que el Gobierno de Brasil decidió expulsar a la embajadora de Nicaragua, Fulvia Castro, en "reciprocidad" a una medida similar adoptada por las autoridades de Managua con el representante brasileño, confirmaron a EFE fuentes oficiales.

La decisión fue anunciada después de que Daniel Ortega formalizó la expulsión del embajador brasileño, Breno Souza da Costa. El motivo de la expulsión, fue por ausentarse al acto del 45 aniversario de la revolución sandinista realizado el pasado 19 de julio. 

Según las fuentes consultadas por EFE, Brasil no ha hecho más que aplicar el "principio de la reciprocidad" frente a una medida que ha considerado "injustificada".

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha tenido en el pasado una estrecha relación con Ortega desde 1980, cuando el líder brasileño viajó a Managua para el primer aniversario de la revolución sandinista, una ocasión en la que, además, conoció personalmente al entonces presidente cubano, Fidel Castro.

En los últimos meses, sin embargo, la relación se ha deteriorado, sobre todo debido a la "persecución política" que el Gobierno de Managua mantiene sobre antiguos sandinistas y religiosos.

El propio Lula explicó la situación el mes pasado, en una rueda de prensa con corresponsales extranjeros en Brasilia, en la cual reveló que Ortega no le atiende el teléfono desde que el papa Francisco le pidió que abogue por la situación de un obispo detenido en Nicaragua.