Subsecretario de Estado se solidariza con la Iglesia Morava de Nicaragua

Richard R. Verma, Subsecretario de Estado de Gestión y Recursos de Estados Unidos, se solidarizó con la iglesia Morava en Nicaragua en una actividad con la comunidad Morava en Pensilvania, el pasado 17 de octubre de 2024.

La iglesia Morava de Nicaragua no escapó a la represión de la dictadura sandinista, en contra de las instituciones religiosas. 

“Preservar el patrimonio cultural y natural es algo que nos ayuda a encontrar puntos en común. Une a las personas”, dijo en su discurso el subsecretario. 

Expresar la fe libre de persecución

Agregó que “al mismo tiempo que celebramos la herencia y la importancia de la Iglesia Morava en los Estados Unidos hoy en día, también debemos reconocer los desafíos que enfrentan los feligreses moravos más allá de nuestras fronteras”, manifestó el funcionario.  

“Nos solidarizamos con el pueblo de la Iglesia Morava aquí, en Nicaragua y en todo el mundo, en la búsqueda de un mundo donde todos puedan practicar su fe libres de persecución o represalias”, indicó Richard R. Verma.

Régimen canceló personería de iglesia Morava

La dictadura de Daniel Ortega, a través del Ministerio del Interior, canceló 5,664 ONG desde 2018, según el conteo de organizaciones nicaragüenses que trabajan en el exilio.

Dentro del paquete, destacan decenas de asociaciones religiosas, entre ellas la Iglesia Morava de Nicaragua, que es la religión que practican las comunidades de la Costa Caribe de Nicaragua.

En julio pasado, Anexa Alfred, miembro del Mecanismo de Expertos de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, expuso que en la Costa Caribe “la libertad religiosa de las comunidades de la costa caribeña ha seguido sufriendo graves repercusiones con el cierre de los espacios en el país, en respuesta a una política de control absoluto promovida por el régimen sobre las autoridades territoriales”, dijo la defensora de derechos humanos.

Iglesia Morava desde 1847 en Nicaragua

La presencia morava en Nicaragua se remonta a 1847, cuando misioneros moravos alemanes comenzaron en el Caribe Sur. Desde el principio, han trabajo entre los pueblos indígenas miskitus, sumu y rama.