Revelan cartas enviadas por obispo expulsado Carlos Herrera al alcalde sandinista

Ante la creciente tensión entre la Iglesia Católica y el régimen sandinista en Nicaragua, han salido a la luz cartas enviadas por el obispo Carlos Herrera al alcalde sandinista de Jinotega, Leónidas Centeno, poco antes de su destierro.

La polémica surgió luego de que monseñor Herrera acusara al alcalde de un presunto acto de sacrilegio durante una misa, lo que desencadenó una serie de eventos que culminaron con su expulsión del país.

Confirman cartas previas a destierro

Monseñor José Antonio Canales, de la diócesis de Danlí, confirmó este 20 de noviembre a través de sus redes sociales que, antes de que el obispo Herrera denunciara al alcalde durante la misa en la catedral de San Juan Bautista, le envió varias cartas reprochando el uso de música a alto volumen en las inmediaciones del templo durante la celebración litúrgica. Según Herrera, este acto buscaba irrespetar y perturbar el culto religioso; sin embargo, el alcalde ignoró sus quejas.

“Varias cartas le envió monseñor Carlos Herrera al alcalde de Jinotega para que por favor quitara los parlantes frente a la Iglesia. Él, Rosario y Daniel darán cuenta un día ante el Tribunal de Dios por la infamia de haberlo desterrado”, expresó el prelado hondureño

La denuncia de monseñor Herrera fue transmitida en vivo en las redes sociales de la Diócesis de Jinotega, aumentando el alcance de su mensaje, sin embargo 100%Noticias verificó que el contenido ya no está disponible en las redes sociales.

"Es lamentable lo que está ocurriendo en la diócesis de Jinotega. Es una confabulación entre el comisionado Horacio Rocha, el paramilitar y alcalde Leónidas Centeno y el sacerdote Rafael Ríos. Ellos tres siempre andaban detrás de la cabeza del obispo Herrera", denunció la abogada e investigadora Martha Patricia Molina, quien desde el 2018 ha documentado las agresiones contra la Iglesia. 

Se conoció que el obispo Carlos Enrique Herrera Gutiérrez, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, fue detenido tras una reunión episcopal en Managua y posteriormente expulsado a Guatemala, donde permanece hasta la fecha. Herrera, de 75 años y miembro de la Orden de Frailes Menores, es reconocido por su firme defensa de la Iglesia frente a las presiones del régimen.

Diversas voces se han sumado en rechazo al destierro de Herrera. Uno de los últimos pronunciamientos proviene de la Conferencia Episcopal de Uruguay, que, a través de un comunicado, calificó la expulsión de Herrera como un acto que “hiere la libertad religiosa y la dignidad humana de los fieles que viven en Nicaragua”.

Aunque en la página oficial de la alcaldía de Jinotega el edil Leónidas Centeno se mantiene activo, no se ha pronunciado sobre la expulsión de monseñor Carlos Herrera.