Denuncian la detención del neumólogo Pablo Amaya en León, Nicaragua

El régimen de Daniel Ortega a través de la Policía intensificó su cacería tras las recientes reformas constitucionales. Este martes por la tarde, el neumólogo leonés Pablo Amaya fue secuestrado de su lugar de trabajo, según confirmó una fuente al medio aliado Despacho 505 bajo condición de anonimato.

El doctor Amaya presta servicios en tres clínicas ubicadas en León, Chinandega y Managua. Sin embargo, su detención ocurrió en León, específicamente en la clínica Galo, mientras que en Chinandega trabaja en la clínica Icaza.

Asimismo, se conoció del arresto del periodista y empresario Henry Briceño, de 75 años, en el municipio de San Rafael del Sur, ampliando el panorama de represión que se vive en el país.

Los operativos represivos en León han sido dirigidos por el comisionado Fidel Domínguez, conocido por su lealtad a la pareja presidencial. Entre las primeras víctimas de estas acciones destacan el periodista Leo Catalino Cárcamo y el doctor Arnoldo Toruño, un respetado médico de 78 años que llevaba años retirado de la vida pública.

La captura de Amaya, Briceño, Cárcamo y Toruño se suma a las 21 personas reportadas como secuestradas por el organismo Monitoreo Azul y Blanco (MAB) en el transcurso de este martes. Estas denuncias reflejan un patrón de represión con secuestros en 10 departamentos del país desde el pasado 22 de noviembre, tras la aprobación de las reformas "constitucionales" que refuerzan el control autoritario del régimen.

El Monitoreo Azul y Blanco también denuncia el trato inhumano hacia los familiares de las personas detenidas. "Las autoridades tratan con saña a los familiares, negándoles información sobre el paradero de las personas detenidas y desapareciéndolas por días", señaló en un comunicado.

Particularmente preocupante es el hecho de que entre los detenidos se encuentran familias completas, incluyendo "niños menores de edad y 10 adultos mayores en estado vulnerable, cuyos paraderos también son desconocidos". Esto subraya la grave violación a los derechos humanos y la completa indiferencia del régimen hacia la integridad de sus ciudadanos más vulnerables.