En Nicaragua nadie está a salvo de la represión, Amnistía destaca caso de Brooklyn Rivera

Amnistía Internacional nombró a Brooklyn Rivera, líder indígena miskito, como Preso de Conciencia y llama a la dictadura a liberarlo “inmediata e incondicionalmente”.

La organización emitió una declaración pública, en la que denunció el modelo represivo del régimen de Daniel Ortega, que ha sumido a Nicaragua en una crisis de derechos humanos sin precedentes y que sigue profundizándose luego de seis años de la rebelión cívica, tras el del 2018.

“La represión en Nicaragua no deja a nadie a salvo”, afirmó Ana Piquer, directora para las Américas de Amnistía Internacional. Piquer destacó que Ortega ha creado un ambiente donde líderes indígenas, periodistas, defensores de derechos humanos y cualquier persona percibida como una amenaza.

Brooklyn Rivera, dirigente de Yatama, fue detenido en septiembre de 2023 tras denunciar la situación de los pueblos miskitos en un foro internacional. 

Según el reporte, fue detenido arbitrariamente después de intentar ingresar al país por rutas alternativas, apelando a los derechos de libre circulación de los pueblos indígenas transfronterizos. Tras ser sometido a 14 meses de desaparición forzada.

Este caso refleja cómo el gobierno de Ortega ha intensificado la represión contra cualquier voz crítica. “El ejercicio de sus derechos y su disidencia lo convirtió en blanco de la maquinaria represiva del Estado”, afirmó Piquer. 

Además de Rivera, también fue convertida en presa política Nancy Henríquez, otra lideresa de pueblos indígenas. 

Amnistía Internacional resalta que, a pesar de las excarcelaciones de algunas personas en 2023 y 2024, muchos otros siguen siendo privados de su libertad por motivos políticos. El acoso, hostigamiento y abuso del derecho penal, que inicialmente se dirigió contra manifestantes y activistas, se ha extendido ahora a la sociedad en general. 

La organización internacional exigió al gobierno de Nicaragua el fin de las prácticas represivas.

“Urge a que se ponga fin a la práctica de la privación arbitraria de la nacionalidad, así como la restitución plena de los derechos de las personas despojadas de esta…que brinden información clara y acceso para las familias de las personas en situación de desaparición, asegurando su contacto regular y el respeto de las normas mínimas para el trato de personas detenidas”, solicitó Amnistía Internacional.

“La impunidad no puede ser tolerada”, concluyó Piquer, haciendo un llamado urgente a que los Estados activos en la protección de los derechos humanos actúen coordinadamente para poner fin a la represión en Nicaragua.