Capturan a sospechosos del asesinato del presidente de mototaxistas en Sébaco, Matagalpa

La Policía en Nicaragua capturó a Juan Escobar Herrera y su hijo Jarvin Ariel Escobar Sevilla, principales sospechosos del homicidio de Isaac Natanael Ríos Arróliga, de 45 años y presidente de la asociación de mototaxistas en Sébaco, Matagalpa. El crimen, ocurrió a plena luz del día del 23 de septiembre en el barrio Cihuatl Coatl de ese municipio norteño. 

El hecho fue presuntamente motivado por rencillas personales tras una denuncia interpuesta por la víctima contra un familiar de los detenidos. 

Inseguridad y violencia en Sébaco

Un video de seguridad capturó el momento en que Jarvin, quien conducía la motocicleta, y su padre se acercaron a Ríos Arróliga y, tras una discusión, le dispararon a quemarropa. Tanto la víctima como los victimarios han sido vinculados con grupos paramilitares en Sébaco.

La muerte de Isaac Natanael Ríos Arróliga, revivió el trauma de la ejecución de Omar Valle Flores, “El Seco”, en julio pasado. Ambos hechos violentos, vinculados a viejas rencillas y presuntos vínculos con grupos paramilitares, generaron un clima de inseguridad y temor entre los habitantes de Sébaco. 

Además, la proliferación de armas y la impunidad con la que se cometen estos crímenes ha sido denunciada en redes sociales por los habitantes. 

Según los mismos ciudadanos, la situación se ha vuelto insostenible, con denuncias de asaltos, tráfico de drogas y disputas territoriales que han convertido a Sébaco en un polvorín.

Violencia paramilitar desde 2018

Entre los meses de junio y julio del año 2018, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, ordenaron desmontar los tranques, de las protestas ciudadanas en Nicaragua, a como fuera. Se fueron con todo. 
Organizaron grupos de paramilitares, integrados en su mayoría por exmilitares, excombatientes históricos y algunos de los trabajadores de las alcaldías de los diferentes municipios del país.

Estos grupos no han sido desarmados por la policía ni por el ejército en Nicaragua. Estados Unidos, precisamente, sancionó al jefe del Ejército Julio César Avilés, porque se negó a desarmar a los paramilitares. "Los militares proporcionaron armas a parapolicías, la cual llevó a cabo actos de violencia contra el pueblo nicaragüense, lo que resultó en más de 300 muertes, actos de violencia significativos y abuso de los derechos humanos contra personas asociadas con las protestas", dijo la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, el pasado 22 de mayo 2020.