Economía nicaragüense: desafíos entre corrupción, remesas y crisis sociopolítica

La economía de Nicaragua en 2024 reflejó un crecimiento desigual que no mejoró el bienestar de la población. Factores como la corrupción, la informalidad laboral y la dependencia de las remesas, sumados a tensiones políticas y económicas. A pesar de la estabilidad en la paridad entre el córdoba y el dólar, fijada en una tasa de cambio ligeramente superior a 36 córdobas por dólar, las repercusiones de esta política han sido devastadoras para sectores vulnerables. Enrique Sáenz, economista y analista político, destaca que esta estrategia ha golpeado particularmente a los más de 300,000 pensionados del país. Durante 2023, sus pensiones fueron ajustadas apenas un 1%, mientras que los precios de los alimentos crecieron un 12%. Este año, el ajuste fue nulo, exacerbando el deterioro en su poder adquisitivo. Los pensionados no son los únicos afectados. Los exportadores también enfrentan dificultades debido a que los costos de producción y laborales aumentan mientras los ingresos en córdobas se mantienen constantes. Este escenario reduce la rentabilidad de pequeñas y medianas empresas que exportan productos clave como carne, café, frijoles, queso y azúcar, lo que impacta directamente a sus trabajadores.