OEA solicita anulación de la farsa electoral y nuevas elecciones en Nicaragua

La Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), liderada por Luis Almagro, se pronunció la mañana de este martes sobre la situación política del país y en un extenso comunicado, donde demandó la anulación de la "farsa electoral" en Nicaragua y la celebración de nuevas elecciones creíbles. Almagro rechazó "los resultados de las elecciones ilegítimas en Nicaragua".

“La comunidad internacional debe exigir la anulación de las elecciones del domingo 7 de noviembre, y hacer un llamado a la celebración de un nuevo proceso electoral, con garantías, observación electoral y verdadera competencia electoral. Nicaragua debe implementar las recomendaciones que se han hecho en distintas instancias internacionales, para tener elecciones genuinas y auténticas, que permitan reestablecer las libertades y el estado de derecho, y únicamente a través de esa vía recuperar la democracia ya pérdida” indica el informe presentado por la OEA.

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Asimismo, el informe de la OEA detalla con rigurosidad las concentraciones de poder de Daniel Ortega y documentó la represión ejercida en contra de la disidencia nicaragüense que mantiene secuestrado a más de 170 presos políticos, entre ellos siete candidatos opositores. 

“Nicaragua no goza de separación de poderes; su autoridad electoral ha sido cooptada por el poder ejecutivo; la libertad de expresión vive bajo ataque; los líderes políticos de la oposición están presos; los partidos políticos opositores son cancelados; no hubo observación electoral independiente; cientos de miles de personas han huido a causa del deterioro de las libertades fundamentales y la falta de garantías para el ejercicio de sus derechos humanos” agrega.

En el comunicado de la OEA cuestionó la metodología utilizada por parte de estos “acompañantes” durante su participación en el proceso electoral.

“En abierta contravención a los principios de imparcialidad, rigurosidad y objetividad, dichos acompañantes brindaron declaraciones sobre las supuestas garantías democráticas del proceso electoral en Nicaragua, incluso antes de que las elecciones se hubieren celebrado”.

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También, criticó que en la página web del Consejo Supremo Electoral (CSE) “no fue posible cotejar las actas u otro material electoral con la versión oficial de las autoridades electorales”, agregando que “la manera en que se comunicaron los resultados electorales va en contra de las buenas prácticas electorales y denota un menosprecio por los principios de transparencia, independencia e imparcialidad que deben regir las actuaciones de las autoridades electorales”.

Más de 36 países han rechazado el proceso electoral realizado en Nicaragua el pasado domingo, entre los pocos aliados que han respaldado al gobernante sandinista se encuentra Cuba y Venezuela.