Condenan a cadena perpetua a hombre que mató a su prima en Chinandega y abusó de su cadáver
A cadena perpetua fue sentenciado Claudio Benjamín Martínez, de 41 años de edad, por el femicidio de su prima Esther Damaris Martínez Alanís, de 34 años, en el sector conocido como La Bomba, de la localidad Santa Fe en el municipio de Chichigalpa, el pasado 5 de enero.
La sentencia judicial estuvo a cargo del doctor Juan de Dios González, juez segundo de Distrito Penal de Juicio de Chinandega, quien además de condenarlo a pasar sus años de vida en prisión, agregó a Claudio seis años: tres por robar el celular a la víctima y tres por profanar su cadáver.
Y de acuerdo con la Fiscalía, el procesado asfixió a su víctima con un mecate y posteriormente la ultrajó sexualmente detrás de unos cañaverales localizados en la comarca Cuitanca Sur.
Claudio cometió el doble crimen en complicidad con José Esteban Morales Martínez, de 27 años, quien en marzo pasado murió en circunstancias no esclarecidas y permanecía en la prisión Félix Pedro Carrillo de Chinandega.
LEER MÁS: Católicas por el Derecho a Decidir reporta 26 femicidios en Nicaragua en lo que va del año
La Fiscalía añade que Claudio acosó por varios meses a su víctima, pues ella en todo momento lo rechazó y en octubre pasado llegó a vivir a casa de la madre de Esther y continuó el acoso pese a que en diciembre dejó la vivienda familiar.
El 4 de enero, un día antes de cometerse el crimen, Claudio se presentó a casa de Esther Damaris encontrándose ella junto a sus hijos de 8 y 10 años de edad, les ofreció dos gaseosas, tortillas, medio pollo y 200 córdobas, sin embargo, ella lo rechazó.
Según la Fiscalía, Claudio se enfureció ante el nuevo rechazo de su prima y mientras se retiraba le dijo en forma vengativa: “Todavía no me conociste bien Damaris“.
El 5 de enero, José Estaban Morales Martínez en complicidad con Claudio Benjamín Martínez vigilaron a la víctima en los cañaverales donde sabían que ella pasaba a diario para ir a vender a La Estación de León y ambos la interceptaron para asfixiarla con el mecate y no contentos con su muerte, violaron su cadáver y lo escondieron; robaron su celular y huyeron.