Condenan a violador que contagió a niña de 4 años con enfermedad de transmisión sexual
En 2018, cuando tenía apenas 4 años, K.E.S.P. fue víctima de abuso sexual por parte de su vecino, Ricardo Antonio Salazar Alvarado. El calvario de la niña pasó desapercibido hasta abril de 2024, cuando un examen médico reveló la presencia del Virus del Papiloma Humano.
Tras confirmarse el abuso, el juez Carlos Espinoza, de los tribunales de Ciudad Sandino en Managua, sentenció a Salazar Alvarado a 12 años de prisión por los delitos cometidos. La pena la deberá cumplir en la cárcel La Modelo en Tipitapa.
Víctima confesó abuso sexual
Durante el juicio la menor confesó que Salazar Alvarado abusó de ella en dos ocasiones teniendo la corta edad de cuatro años y fue hasta ahora con la infección que el delito cometido por su vecino salió a la luz.
Según la emisora oficialista La Primerísima, los hechos ocurrieron cuando la pequeña quedó al cuidado de una vecina mientras su madre trabajaba y Salazar Alvarado se aprovechó de la situación.
Fue precisamente la madre quien descubrió verrugas en las partes íntimas de la menor y acudió al centro médico para ser examinada y el dictamen médico confirmó que había sido contagiada con el virus del papiloma humano.
A sus 10 años, K.E.S.P. ha tenido que enfrentar múltiples intervenciones quirúrgicas para tratar las consecuencias físicas del abuso y continúa bajo tratamiento médico.
Vacuna del VPH para niñas llegó tarde a Nicaragua y con poca información
A pesar del anuncio de Rosario Murillo a inicios de 2023 sobre la implementación de la vacuna contra el VPH en Nicaragua, no fue hasta noviembre de ese mismo año que se inició oficialmente la vacunación para unas 300,000 niñas de 10 a 14 años.
Este retraso posiciona a Nicaragua como uno de los últimos países de Centroamérica en incorporar esta medida preventiva crucial en su esquema de vacunación.
El cáncer cervical, estrechamente vinculado al VPH, representa una de las principales causas de muerte entre las mujeres nicaragüenses. La tardanza en la implementación de esta vacuna también generó preocupación entre expertos en salud pública, ya que retrasa la protección de miles de niñas frente a este virus de transmisión sexual.
En comparación con otros países de la región, como Panamá (2008), Belice y Honduras (2016), Guatemala (2018), Costa Rica (2019) y El Salvador (2020).
Pero en el caso de Nicaragua, la resistencia de algunos padres a autorizar la vacunación, debido a la falta de información y al desconocimiento de los beneficios, ha sido un desafío adicional que ha contribuido a retrasar la implementación de esta medida preventiva.