LOS DOS ÚLTIMOS HABITANTES DE UN PUEBLO OLVIDADO DURANTE 45 AÑOS

Ni Internet, ni agua corriente, ni televisión, ni cobertura móvil. Vivir en La Estrella puede parecer una pesadilla para los que no sabemos vivir sin tecnología, pero es un paraíso privado para Sinforosa y Martín, los únicos habitantes de esta remota aldea aragonesa. Aunque nació como aldea, La Estrella es hoy un barrio que forma parte del municipio de Mosqueruela, en Teruel. En sus buenos tiempos, la aldea contaba con 200 vecinos, pero inundaciones en 1883 y la Guerra Civil Española fueron vaciando sus casas. El pueblo se encuentra en buen estado, pero no tiene luz, ni agua ni teléfono, ni televisión. El único día al año en el que se llena de vida es el último domingo de mayo, fecha en la que los vecinos de Mosqueruela suben hasta La Estrella para visitar el santuario a la Virgen, un hermoso templo construido entre 1720 y 1731.

Vista aérea del barrio de La Estrella. La principal razón para que siga aislado es que, para llegar hasta allí, hay que caminar 24 kilómetros por un sendero forestal rodeado de barrancos. A pesar de que tienen otra casa en Villafranca, y de la insistencia de su hijo y nietos, Sinforosa y Martín no quieren mudarse. La pareja baja de cuando en cuando a Mosqueruela para hacer unas compras o visitar al médico, pero en La Estrella tienen todo lo que necesitan. Martín cultiva cerezas y busca preciadas trufas. También tienen gallinas, una docena larga de gatos a los que llaman genéricamente Michurrín, y varios perros. Hace unos pocos años hasta tenían caballos. Un equipo de realizadores españoles se desplazó hace un año hasta La Estrella para rodar un maravilloso documental producido para Jungles in Paris. gizmodo