Duque Hebbert, pelotero nicaragüense que demostró ser profeta en su tierra

A sus 21 años de edad, Duque Hebbert logró captar la admiración del público nicaragüense, dentro y fuera del país y tal vez sea para él su mayor logro ser reconocido por la ciudad caribeña que lo vio nacer, Bilwi, donde burló el refrán que nadie es profeta en su tierra.

Duque Hebbert sí lo es. El mérito lo ganó a pulso.  Se robó las miradas en el Clásico Mundial de Béisbol al ponchar a tres primeros bates de República Dominicana. Tres figuras de las Grandes Ligas.

Ponchó a Julio Rodríguez y a Juan Soto, recibió un doble de Manny Machado, pero resolvió abanicando a Rafel Devers.

Estos tres ponches lo sacaron del anonimato y luego del partido se le acercaron miembros de los Tigres de Detroit para ofrecerle contrato, el equipo nicaragüense se enteró cuando el grupo estaba montado en el autobús y desde ese momento las felicitaciones no han parado para este caribeño.

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Duque Hebbert relató que no ha tenido tiempo de procesar la experiencia de vida y aunque más de una vez ha visto el video de su hazaña le parece mentira aún.

Además, se declaró admirador de Soto y Devers tanto que al finalizar el partido le pidió una fotografía y Juan Soto lo instó a seguir entrenando fuerte para ser el mejor. “Yo soy su admirador y lo respeto mucho”, dijo.

Este viernes 17 de marzo llegó Duque Hebbert al aeropuerto de Puerto Cabezas y se acercaron decenas de estudiantes para saludarlo y tomarse fotografías con un atleta miskitu que hizo historia.

Duque Hebbert dio declaraciones en español y en su lengua natal agradeció la bienvenida desbordante de la fanaticada del Caribe Sur.  

 “Yo trato de ser un buen hijo y para los jóvenes que me siguen trato de ser un buen ejemplo yo sé que ellos están muy alegres por mí”, expresó Duque Hebbert.