Economista desmiente a Ortega: “economía en Nicaragua estaba mal antes de 2018”
El economista Enrique Sáenz desmintió al dictador Daniel OrtegaDaniel Ortega, al explicar con números del régimen que la economía en Nicaragua comenzó a decaer desde el año 2017 y no a partir de abril del 2018, cuando comenzaron las protestas contra el régimen.
Enrique Sáenz explicó que Daniel Ortega logró “inflar” la economía gracias a la cooperación venezolana, que le daba los barriles de petróleo al crédito, la mitad del precio eran fiados y la otra mitad era pagada con productos, lo que permitió a Ortega mantener una economía estable que le permitía mantener algunos proyectos sociales.
“Para el 2017, la chimbomba económica que había inflado la dictadura, ya estaba desinflándose, comencemos por el principio, Ortega infló una burbuja gracias al subsidio de la cooperación petrolera venezolana, por un lado, los barriles de petróleo que recibía, la mitad eran al fiados, un crédito por 25 años, dos años de gracia y una tasa del 2%. En esa época, la época de las vacas gordas porque el barril de petróleo costaba más de 100 dólares”, explicó Sáenz en su programa La Economía en 10 minutos, transmitido todos los martes por 100% NOTICIAS.
El economista, explicó que cuando comenzaron las protestas en abril de 2018, el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), había perdido a más de 24 mil afiliados en menos de seis meses.
Sáenz explicó que para abril de 2018, la economía en Nicaragua venía en decadencia debido al desplome de los precios internacionales del petróleo.
“De un año a otro, Venezuela se convirtió en el segundo socio comercial de Nicaragua, estos flujos de cooperación venezolana le sirvieron a la dictadura con dos propósitos y como no gastaba en petróleo sin producir una gota de petróleo, las cuentas estaban al balance”, señaló Sáenz.
“Cuando Venezuela cayó en crisis política y en crisis económicas como consecuencia del derrumbe de los precios del petróleo, la chimbomba se desinfló. Desde el 2015 y 2016 empezó a desinflarse la chimbomba”, afirma el economista.
El experto explicó que en el año 2017, el INSS reportó que hasta noviembre del 2017 tenía 921 mil afiliados, “el máximo en el que llegó”.
“En marzo de 2018, cuando estallaron las protestas, los afiliados eran 897 mil, es decir, el INSS había comenzado a perder afiliados desde 6 meses antes de que estallaron las protestas, ¿cuántos eran?, 24 mil afiliados en menos de 6 meses”, señaló Enrique.
El economista también explicó que en 2017, la situación del trabajo era que el 43% se encontraban en sub empleo, un 14% una categoría que le llaman “trabajadores sin salarios”, los que no ganan un salario fijo, sino “quienes trabajan por una comida a quienes trabajan sin salario (comercio informal)”, detalló.
Para Enrique Sáenz, las protestas que iniciaron en abril de 2018 “prendió la chispa porque por la crisis del INSS (Ortega) pretendió imponer unas reformas que castigaba a los pensionados, castigaba a los trabajadores y a los empleadores”, valoró.
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“Las protestas de 2018 no fueron más que una respuesta a esa chimbomba desgajada”, finalizó el economista.