En Nicaragua hay “estafa criminal” con la energía eléctrica, asegura economista

El economista Enrique Sáenz explicó cómo Nicaragua, que ha contraído una deuda de más de 1000 millones de dólares para cobertura eléctrica no produce más energía, no incrementa el consumo y cobra la tarifa más alta de Centroamérica, por lo cual considera que hay “fraude en energía eléctrica, más bien es la estafa criminal de la energía eléctrica”.

Sáenz explicó que la dictadura saca pecho y usa como propaganda de la dictadura el hecho de que ahora han hecho posible la cobertura de energía eléctrica al 99% de los abonados y hablan de las cuantiosas inversiones que han hecho en materia de energía eléctrica.

“El presidente del BCIE (Dante Mossi) también sacó pecho hablando de los créditos del banco por 540 millones de dólares, pero no solo el BCIE, también el Banco Interamericano de Desarrollo ha otorgado créditos por más de 400 millones de dólares en créditos y solo entre los dos más de 1000 millones de dólares y enfatizo la palabra crédito porque los vamos a tener que pagar, son préstamos que los nicaragüenses vamos a pasar años y años pagándolos”, señaló Sáenz.

Asimismo, planteó la interrogante de si son malas las inversiones en energía y respondió: “pues no, en un en un país normal tienen una repercusión positiva y en los consumidores también, el consumo de los productores, porque mejora la cantidad y calidad de la energía en empresarios y consumidores, porque se produce más energía, se abaratan los precios y eso contribuye al bienestar de la familia, al progreso de las empresas y al desarrollo económico del país”.

Sin embargo, considera que ese impacto positivo no se ha dado en Nicaragua y recurrió a los datos oficiales del Banco Central para demostrarlo.

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“En primer lugar, nos preguntamos si como resultado de esta gigantesca deuda ha aumentado la generación de energía en Nicaragua y no, más bien ha disminuido. Cuando uno compara la generación de Nicaragua en el 2022 resulta que equivale a la generación del 2014. ¿Cómo es eso que han invertido, pero ahora se genera menos energía que antes?”, aseveró.

También bajó el consumo

Asimismo, señala que no solo la generación de energía ha disminuido, sino que también ha bajado el consumo, lo cual va contra cualquier lógica.

“Ellos dicen que ahora el 99% de los demandantes de energía están cubiertos en el país, esa es una cifra que se compara con los países más desarrollados de América Latina. Si ha aumentado la cobertura alrededor del 20% desde el 2014 o 2016 para acá, debería haber aumentado el consumo, pero encontramos que el consumo ha disminuido, pero no solo la generación de energía y el consumo, porque la energía también se utiliza en el sector productivo ellos dicen que ha crecido la producción, entonces el Producto Interno Bruto tendría que haber crecido de manera espectacular”, insiste.

“También la energía designada a la industria o al sector agropecuario nos encontramos tal como pueden ver que la energía que consume el sector industrial más bien ha disminuido, que la energía que se destina al riego ha disminuido, es de manera peligrosa y esto es significativo porque el problema del cambio climático, pues para estabilizar los rendimientos en el sector agropecuario, el riego es una alternativa o más bien la alternativa, pero aquí aumentaron la inversión en energía pero disminuyó el consumo de energía en riego”, prosigue.

Si no hay aumento en la producción de energía ni en el consumo de la misma, Sáenz señala que al menos debería haber disminución en pérdidas técnicas, pero señala que no es así.

Incremento de pérdidas técnicas que pagan los consumidores

“Uno podría decir que en Nicaragua tal vez han invertido para reducir las pérdidas técnicas y eso es importante explicarlo, porque repercuten los bolsillos de la familia, de los consumidores. Las pérdidas técnicas son, sólo le voy a poner un ejemplo con el agua, si se rompe un tubo en esto que vemos en la calle y sale el agua, esa agua se pierde y esas son pérdidas técnicas. Eso también ocurre con la electricidad, por insuficiencia en el sistema de distribución eléctrica la energía se va quedando y durante décadas se ha planteado la necesidad de reducir esas pérdidas técnicas”, explica.

Sáenz asegura que se han aprobado leyes en la Asamblea Nacional para otorgar incentivos a la empresa distribuidora para que reduzca las pérdidas técnicas, “no solo porque es energía que se desperdicia sino porque ellos no lo pierden, ni Disnorte ni Dissur, sino que lo meten en la tarifa y quienes pagan la ineficiencia son los consumidores, porque esas pérdidas se imputan al precio de la energía que les cobran a los consumidores”.

El economista señala que, según los registros oficiales, las pérdidas técnicas en el 2016 eran del 22% y en el 2021 subieron al 23,3% “mientras nos estaban endeudando las pérdidas técnicas.

Compran energía barata y la venden cara

En Nicaragua las tarifas de energía eléctrica, con independencia de si, en una buena parte de estos años ha bajado el precio del petróleo, han aumentado año con año y son las más altas de Centroamérica.

“Nos encontramos que en Honduras el kilovatio hora cuesta 0.15 centavos de dólar y en Costa Rica 0.13 centavos, mientras que en Nicaragua cuesta 0.24 centavos de dólar, el doble que en Costa Rica y casi el doble que en Honduras”, evidenció.

“Las cifras que demuestra lo zánganos que son los que están en el negocio de la energía es que a pesar de esa inversión ahora Nicaragua en lugar de vender energía a otros países centroamericanos más bien la compra y allí pueden ver cómo compran energía a otros países centroamericanos pasaron del 2018 de 16 millones de dólares que se compraron se duplicaron para el 2019, más que se duplicaron para el 2020 y ya en el 2022 las compras superan los 100 millones de dólares en comparación con 4 años atrás incrementaron en 500 por ciento”, señaló.

“Por qué la están comprando si han invertido tanto, es por una razón sencilla porque en otros países centroamericanos se produce energía más barata entonces estos zánganos compran la energía más barata en otros países y se la venden a los nicaragüenses más cara”, prosiguió.