Dictadura reconoce que migración de nicaragüenses la oxigena con las remesas
En 2022, las remesas tuvieron una tasa de crecimiento de 50.2 por ciento, siendo la más alta en la región de Centroamérica y República Dominicana (CARD), lo que las convierte en un flotador económico de la dictadura, pues según el Informe Anual del Banco Central de Nicaragua, tan importante indicador obedece al “incremento en el flujo migratorio de nicaragüenses”.
“En este año, el país alcanzó niveles récord de estos flujos (US$3,224.9 millones), lo que se tradujo en una tasa de crecimiento anual de 50.2 por ciento, siendo la tasa más alta en la región de Centroamérica y República Dominicana (CARD), donde las remesas crecieron en promedio 8.4 por ciento (excluyendo a Nicaragua)”, se lee en el informe.
Sin embargo, más allá del índice económico, llama la atención que la dictadura reconoce que el exilio forzado al que han sometido a más de 600 mil nicaragüenses, según cifras de organismos de derechos humanos, el que les está dando ese aire económico.
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“Las remesas en Nicaragua exhibieron un desempeño favorable durante 2022, lo cual se ha asociado con el proceso de recuperación económica y del empleo en países como Estados Unidos, Costa Rica y España, pero también por el incremento en el flujo migratorio de nicaragüenses hacia esos países. Ello se tradujo en un crecimiento interanual de 50.2 por ciento del ingreso de remesas familiares en 2022, lo que constituye un máximo histórico en términos de crecimiento y de volumen”, se lee textualmente en el Informe Anual del Banco Central de Nicaragua.
Influencia macroeconómica de las remesas
Las remesas familiares poseen una incidencia importante en términos macroeconómicos, particularmente en la situación comercial y cambiaria de los países, indica el ente rector de la economía nacional.
El BCN también señala que si se compara la dinámica relativa de las remesas con respecto al Producto Interno Bruto (PIB) de 2022, se observa que en promedio estos ingresos representan más el 20.6 por ciento del PIB de Nicaragua.
“De acuerdo con datos del Banco Mundial, las remesas en Nicaragua y otros países de la región superan también los ingresos provenientes de la Cooperación Internacional al Desarrollo, reflejando de esa manera su importancia en cuanto al ingreso de divisas en aquellos países receptores, lo cual puede tener importantes implicancias en términos macroeconómicos”, apunta el informe.
Las remesas y las exportaciones de mercancías han mantenido su consistencia y representatividad, incluso en periodos donde la economía nicaragüense ha enfrentado choques adversos.
“El flujo de remesas se ha constituido como un importante flujo externo para la economía nicaragüense, siendo particularmente esencial en el financiamiento del balance comercial; jugando un rol fundamental en el fortalecimiento cambiario; pero también representando un potencial elemento generador de crecimiento económico para el país”, concluye el informe.