Dictadura de Ortega proyecta más recaudación en 2024, que saldrá del bolsillo de los nicaragüenses
En el 2024 el régimen de Daniel Ortega viene con el ambicioso plan de que a sus arcas ingresen 138,634 millones de córdobas, lo que representa un aumento de 28,634 millones de córdobas más con respecto a los ingresos del presente año, que saldrán de los bolsillos de los nicaragüenses en concepto de recaudaciones.
Es decir, que el monto del ingreso planeado para 2024, representa un 26.3% de incremento con respecto al ingreso proyectado para el cierre de este año que se estima en 110,000 millones de córdobas.
Pero eso no es todo, el régimen de Ortega planea “estratégicamente”, gastar en 2024 solo 133,805 millones de córdobas de los 138,634 millones que ingresarán al Presupuesto General de la República.
Por segundo año consecutivo, la dictadura sandinista celebra el hecho de que gastará menos de lo que recauda y así poder transferir la mayor parte de lo que no se gaste a las arcas del Banco Central de Nicaragua (BCN)Banco Central de Nicaragua (BCN), donde actualmente ya tiene en reservas más de 56 mil millones de córdobas.
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Todo esto lo mostró como grandes logos, el sancionado Ministro de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta, al presentar al plenario de la Asamblea Nacional el proyecto de Ley Anual del Presupuesto General de la República.
Reservas son para cualquier emergencia, según Acosta.
Lo que más destacó Acosta fue que gracias a esa política de recaudar más y gastar menos es que el presupuesto general de la República del 2024 operará con un superávit de casi 5 mil millones de córdobas, y que este excedente será enviado al BCN para alimentar las reservas internacionales.
“La buena noticia de este superávit es que ha sido continuó desde el 2022, es decir que desde el 2021 la recuperación nos ha permitido atender el gasto social, incrementar mayores recursos en inversión pública y ser coherente con la prudencia fiscal, es decir guardar para tener, ante un entorno cambiante del efecto del cambio climático, problemas energéticos, medidas coercitivas unilaterales”, argumentó Acosta.
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Acosta agregó que “hay que tener capacidad de responder a incertidumbres y eso es muy bueno porque muestra la solidez y robustez de las finanzas públicas”.
Cabe señalar, que el gasto público del próximo año fue diseñado basado en un supuesto de crecimiento económico de 3.8%, es decir muy similar al que se espera esté año que es de 3.5%.