Enrique Sáenz: Circular de SIBOIF es un parche a ley anti-sanciones, ante la "bravuconería" del régimen
El economista nicaragüense Enrique Sáenz analiza las recientes disposiciones legales del régimen sandinista sobre bancos y sanciones de EEUU, señalando riesgos para la economía nacional, incluyendo remesas y exportaciones
Tras la aprobación de una ley que exigía a los bancos nicaragüenses abrir cuentas a funcionarios sancionados por Estados Unidos, la Superintendencia de Bancos y de Otras Instituciones Financieras, (Siboif) emitió una circular indicando que "Las instituciones financieras deberán mantener la observancia de las regulaciones contra el Lavado de Activos y el Financiamiento al Terrorismo".
El economista nicaragüense Enrique Sáenz, exiliado y perseguido por el régimen de Daniel Ortega, considera que la dictadura sandinista depende de las relaciones comerciales con Estados Unidos, por lo que debieron revocar la disposición.
“La dictadura bicéfala…está absolutamente vinculada a la zona del dólar y a países occidentales. El 40% de las exportaciones de Nicaragua van a Estados Unidos, el 20% hacia países centroamericanos…y lo determinante son las relaciones económicas con Centroamérica, Europa y Estados Unidos y en consecuencia la dictadura, como también son empresarios, le interesa a contrapelo del discurso, mantener estas relaciones económicas”, dijo Sáenz a 100 % Noticias.
El analista recordó cuando la Asociación de Bancos (ASOBANP) emitió una Resolución 1240: Normas sobre Imposición de Sanciones de la Superintendencia de Bancos, por incumplimiento en materia de transparencia y protección al cliente.
“Lo que salta a la vista es que los bancos abrieron su operaciones a los sancionados y que la instituciones en Estados Unidos pues se han hecho de la vista gorda, porque si los bancos hubieran cumplido, y hubieran cerrado cuentas o hubieran prohibido transacciones financieras, le hubiera caído el machete de la dictadura y allí si hubieran habido problemas”, dijo el economista.
Añadió “Me pareció una fanfarronada, porque si ya tenías el instrumento para coaccionar a los bancos, por qué volver otra vez con este refrito, es una bravuconería como muchas de las que están cometiendo sin medir las consecuencias”, advirtió el experto.
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Sáenz agregó que si los bancos son castigados y cierran las corresponsalías, afectaría gravemente el envío de remesas.
“El nicaragüenses que está en Madrid o en Miami, al no haber un banco corresponsal donde pueda ir, porque los bancos que están en Nicaragua no tienen sucursales en las principales ciudades de Estados Unidos donde están los migrantes ?dónde iban a llevar sus remesas para trasladarlas a Nicaragua? ”, dijo el economista.
Lo mismo ocurre dijo Sáenz con las exportaciones hacia Estados Unidos, que se pagan en dólares a través de transacciones bancarias internacionales, con bancos corresponsales.
“Entonces no era perjudicar a los banqueros principalmente, sino que una afectación al conjunto de la economía nacional”, subrayó.
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El economista comentó que próximamente llegará a Nicaragua una nueva misión del Grupo de Acción financiera Internacional, que tutela el acuerdo para el control del lavado de dinero en América Latina, Gafilat, “seguramente se dieron cuenta que esto también implicaba un riesgo”, sostiene el experto.
Por tanto, para Sáenz, la circular del Siboif, es un parche a la ley, para que los bancos puedan seguir funcionando.
Sáenz no dio cierre a sus declaraciones, sin antes calificar las recientes reformas a la Constitución Política del país como un golpe de estado.
“Un golpe de Estado es cuando una persona o un grupo de personas, mediante el uso de la fuerza o con respaldo de la fuerza represiva, toma el control absoluto de la institucionalidad pública, desmantela los derechos y garantías de los y las ciudadanas y se erige como única fuente de derecho al anular la institucionalidad, se arroga ser la única fuente de derecho, anula el aparato legislativo, anula el Poder Judicial y las normas que emite la Junta son ley porque tienen el respaldo de la fuerza. Eso es lo que ocurrió en Nicaragua”, dijo Sáenz, asegurando que el régimen sólo enterró los “escombros” que quedaban del Marco Jurídico del país.
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