Horticultores cierran este año con grandes pérdidas en la siembra de perecederos
Los altos costos de producción (por la subida en los precios de los fertilizantes e insecticidas), la baja en la demanda del consumidor y la caída de los precios de comercialización de los productos perecederos han dejado este año serias pérdidas económicas a los productores de hortalizas en Estelí y Madriz.
Muchos pequeños productores de hortalizas de las zonas de Miraflor y otras comunidades del departamento de Estelí y del municipio de Somoto, en el departamento de Madriz, se han visto obligados a tener que desechar (botar) grandes cantidades de papas, tomates, cebollas, chiltomas y repollos que se han dañado en las parcelas de tierras que habían cultivado de hortalizas.
“Aquí la gran mayoría de los productores dedicados a la siembra de hortalizas registramos pérdidas este año en los cultivos de productos perecederos como el tomate, la cebolla, el chiltoma, el repollo y las papas, porque las ventas se han caído en los mercados ante la baja en la demanda del consumo y porque los precios de comercialización también se han caído”, afirmó el Ingeniero Salvador Castillo, productor de la zona de Miraflor, en Estelí.
Otro problema expuesto por el Ingeniero Montenegro es que los altos costos de los precios de los fertilizantes, pesticidas o insecticidas y otros insumos, y que fueron gravados este año con nuevos impuestos por el gobierno, incrementaron los costos de siembra y producción de hortalizas, “nosotros pensábamos estar comercializando la cajilla de tomates en unos 800 a 1,200 córdobas, pero terminamos dándolo (vendiéndolo) hasta en 80 pesos”, dijo.
Salvador Castillo dijo que la siembra y todo el proceso que significa el cultivo de una manzana de tomates ascienden aproximadamente a unos 15,000 a 20,000 córdobas, y por cajilla esta se debería ofertar a los comerciantes mayoristas en unos 1,200, “entonces si la cajilla te la pagan a 80 córdobas terminas perdiendo unos 720 córdobas por cajilla”, indicó.
Arsenio López Martínez, productor de hortalizas en el municipio de Somoto, en Madriz, manifestó la preocupación que hay en la mayoría de los horticultores por las pérdidas que este año tuvieron en las siembras de productos perecederos, “tenemos el problema del ingreso de contrabando de cebollas y chiltomas de las zonas fronterizas de Honduras. A eso se agrega la falta de mano de obra para el proceso de cultivo y los altos costos en los insumos y fertilizantes que elevan también los costos de producción”, dijo.
Extrañamente, en las últimas semanas el precio de la caja de tomate ha pasado de costar de 120 y 150 córdobas a 250 y 300, “la libra de tomate la estábamos dando entre 4 y 5 córdobas, pero ahora anda entre 8 y 12 pesos”, expuso Franklin Ramón Ramírez, propietario de un módulo en las cercanías del mercado municipal de la ciudad de Somoto, en Madriz.
Añadiendo que el repollo subió de costo, “un repollo pequeño se vendía a 10 córdobas y ahorita lo estamos dando a 20, mientras que el grande que se vendía a 20 lo estamos ofertando a 40”, detalló.
Ramírez dijo que el consumo de productos perecederos se han caído, “hay productos como el tomate, la cebolla, el repollo, las papas y los chiltomas que si no se mueven o se comercializan tienden a perderse, porque se pudren fácilmente”, indicó.
Dijo que al igual que el año pasado el consumo continua cayendo mucho, “ahora hay pocos comprando y nosotros tenemos surtido nuestros módulos de productos perecederos como verduras, legumbres y hortalizas, y estamos votando mucho producto que se está dañando” finalizó diciendo Franklin Ramón Ramírez.