BCIE otorga US$171.65 millones al régimen sandinista para vivienda de interés social
El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) aprobó un préstamo por un monto de US$171,65 millones al régimen sandinista para el financiamiento del “Programa Nacional de Construcción de Viviendas de Interés Social”.
En una nota de prensa, el BCIE informa que el programa tiene como objeto contribuir a mejorar las condiciones de vida de las familias nicaragüenses en extrema pobreza y de escasos recursos económicos a través de la construcción de soluciones habitacionales dignas, seguras y de fácil financiamiento.
El financiamiento beneficiará supuestamente de manera directa a 7,000 familias en condiciones de extrema pobreza bajo un esquema de subsidios y a 11,660 familias con ingresos bajos o moderados bajo un esquema de subsidios y de créditos, administrados a través de uno o varios fideicomisos bancarios.
Según el banco los desembolsos tendrá dos tramos diferenciados. El primero, por US$52.82 millones, contará con un plazo de 25 años con 5 años de gracia y una tasa de interés indicativa de 1.5% en el marco del Programa para la Reducción de la Pobreza y la Exclusión Económica y Social (PRPEES). El segundo, por US$118.83 millones, tendrá un plazo de 25 años con 5 años de gracia, a una tasa indicativa de Libor 6M más 350 puntos básicos, en el marco del Programa Centroamericano de Vivienda y Desarrollo de Hábitat Sostenible (VIDHAS).
El financiamiento del BCIE a la dictadura de Daniel Ortega ocurre en momentos en que el régimen sandinista es señalado de violar los derechos humanos de los nicaragüenses. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH registró más de 300 asesinatos o ejecuciones extrajudiciales, por parte de aparatos gubernamentales como la sancionada policía sandinista y paramilitares, en el marco de la insurrección de abril del 2018.
En el mes de marzo del 2020, la dictadura de Daniel Ortega entregó 100 casas del programa Bismarck Martínez en Villa Jerusalén, sin embargo la entrega de estas propiedades responden al clientelismo político, con el cual el régimen sandinista compra voluntades de sus fanáticos, de tal forma que el acceso a este tipo de beneficios es politizado.