Incautaron 3.000 litros en una gasolinera clandestina en Venezuela
La Policía Nacional Bolivariana (PNB) de Venezuela incautó el jueves 3.000 litros de combustible almacenados en una gasolinera clandestina en el estado de Miranda, en medio de la escasez de combustible que se está viviendo en todo el país mientras la pandemia de coronavirus exige al sistema sanitario.
La gasolinera ilegal funcionaba en una vivienda ubicada en la residencia Cerro Verde, en la urbanización Los Naranjos del municipio de Baruta, indicó el Ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Néstor Reverol, en su página oficial de Instagram.
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En el operativo policial fue detenido el dueño de la vivienda Jesús Ramón Soto Méndez, quien será acusado de “tráfico de material estratégico”, un delito contemplado en la “Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo”.
“No permitiremos que personas inescrupulosas se aprovechen de esta emergencia para beneficios propios, y aplicaremos mano dura a quien se preste para tales desviaciones. Unidos superaremos todas las adversidades ¡Venceremos!”, expresó el ministro chavista.
Desde la PNB se expresó un mensaje similar: "No toleraremos este tipo de desviaciones y nos aseguraremos que se apliquen las sanciones correspondientes”.
Venezuela vive desde hace varios días una escasez de combustible inesperada en el país, uno de los principales productores de petróleo del mundo.
En todos los estados podían verse filas kilométricas de autos para poder cargar gasolina en las diferentes gasolineras. Algunos usuarios llegaron a tardar hasta ocho horas para cargar sólo 20 litros, lo máximo que está permitido vender, según informó la agencia AFP.
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El régimen chavista atribuye la crisis a las amenazas de “un bloqueo naval” después de que la justicia de Estados Unidos acusara al dictador Nicolás Maduro de “narcoterrorista” y ofreciera 15 millones de dólares por su captura.
La semana pasada Estados Unidos anunció también el despliegue de fuerzas navales en el Caribe con el declarado propósito de cortar las rutas del narcotráfico, especialmente las que involucran al Cartel de los Soles, vinculado a la cúpula chavista.
Maduro también culpa a las recientes sanciones impuestas por la Casa Blanca sobre su gobierno y la industria petrolera venezolana.
Pero lo cierto es que los faltantes de combustible y los ocasionales períodos de escasez han sido la norma en los últimos tiempos en Venezuela, mucho antes del despliegue naval y de las sanciones, debido al deterioro que la petrolera estatal PDVSA, controlada por el chavismo, y el mercado negro de combustible es muy importante, especialmente en la frontera con Colombia.
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Los especialistas apuntan especialmente a la falta de inversión en los últimos años y a los casos de corrupción que se han dado en torno a la empresa, que en febrero reportó una producción de 865.000 barriles diarios, cuando en 2008 alcanzaba los 3,2 millones.
La situación ha empeorado en estos días debido al impacto de pandemia de coronavirus en Venezuela, que ha provocado una crisis sanitaria al país que se suma a la crisis social, política y económica ya existente.
En este contexto, la escasez de gasolina ha llevado a que el 62% del personal médico no pudiera trasladarse la última semana a los centros de salud, según denunció el diputado a la Asamblea Nacional, José Manuel Olivares, empeorando la situación de los afectados.