Cuba recibe ayuda humanitaria de Nicaragua y Bolivia por el incendio de Matanzas

Cuba recibió este lunes cargamentos con ayuda humanitaria procedente de Bolivia y de Nicaragua por el gran incendio industrial de Matanzas, el mayor en la historia del país.

Los donativos consisten en alimentos, medicinas e insumos médicos, según informó el Gobierno de la isla.

La ayuda proveniente de Bolivia —más de 62 toneladas— llegó al aeropuerto habanero internacional José Martí y la nicaragüense arribó en el buque Augusto César Sandino al puerto de Mariel.

Durante la recepción en el aeródromo, la viceministra del Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Extranjeras (Mincex), Deborah Rivas, agradeció a Bolivia en nombre del Gobierno insular y agregó que el país también apoyará a Bolivia “siempre" que los "necesiten”.

De igual forma, en el puerto del Mariel, Betsy Díaz, ministra de Comercio Interior, afirmó que el donativo reafirma la “firme voluntad de fortalecer los lazos históricos” entre Cuba y Nicaragua, en especial “en un momento tan difícil”.

Distintos países, como Argentina y España, ya han anunciado el envío de ayuda humanitaria a la isla tras el siniestro, que dejó un saldo de 16 muertos, 146 heridos y 17 hospitalizados.

El pasado 5 de agosto se desató un incendio de enormes proporciones en la base de depósitos de combustible de Matanzas, el más importante del país, cuando un rayo impactó en uno de los ocho tanques del parque industrial, según explicaron las autoridades cubanas.

El fuego –que afectó a cuatro depósitos con capacidad de 50.000 metros cúbicos– provocó fuertes explosiones, con llamaradas de varias decenas de metros, y una columna de humo negro tóxico que alcanzó a La Habana, a 104 kilómetros.

La isla decretó dos días de luto oficial que concluyeron el pasado viernes con un homenaje póstumo a 14 de las 16 víctimas, que hasta la semana pasada seguían consideradas como desaparecidas, y cuyos fragmentos óseos fueron hallados en el lugar del accidente.

De acuerdo con los expertos cubanos, el grado de calcinación de los restos hizo imposible la extracción de su ADN, pero admitió que se corresponden con los de los desaparecidos, en su mayoría bomberos.

El Gobierno reveló la semana pasada los nombres de las 14 personas pero no sus edades, entre críticas de la disidencia y ONG que han asegurado que varios de ellos eran jóvenes en el servicio militar.