Santa Claus guatemalteco baja puentes y no se olvida de los niños pobres
Con alegría y sonrisas, cientos de niños de tres asentamientos marginados en el noreste de la Ciudad de Guatemala recibieron este sábado la visita de un Santa Claus que cada año baja de un puente y no se olvida de sus regalos.
Se trata del bombero Héctor Chacón, de 76 años, quien inició con la tradición en 1997 y este sábado nuevamente bajó por un puente para compartir regalos con los niños y niñas que viven bajo escasos recursos.
"Compartir con los niños y hacer el bien renueva mis fuerzas", contó Chacón a EFE después de poner a prueba su experiencia en la técnica del rapel, al lanzarse 70 metros abajo desde el puente denominado Las Vacas, en el extremo noreste de la urbe metropolitana.
Previo a bajar agarrado de una cuerda del puente, asistido por sus compañeros, el mayor de los Bomberos Voluntarios sostuvo en sus manos fuegos artificiales, uno rojo y uno verde, simbolizando la época navideña. Posteriormente realizó la maniobra de descenso en cuatro minutos.
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UNA TRADICIÓN DESDE 1997
"Es una meta cumplida llegar a 25 años realizando esta labor", detalló Chacón, quien desde 1997 recolecta juguetes para niños pobres de la Ciudad de Guatemala y los entrega disfrazado de Santa Claus en los días previos a la Navidad.
Más de 400 niños de 150 familias de los asentamientos de La Paz, Jesús de la Buena Esperanza y el Carmén, que residen bajo el puente recibieron a Chacón bajo el grito de "¡Santa, Santa, Santa!".
"Este es un evento de felicidad para los niños, estamos desde las cinco de la mañana esperando", relató a EFE Erika Esperanza, una vecina de la colonia La Paz que acompañó a sus hermanos y sobrinos a recibir los regalos llevados por Chacón.
El bombero, conocido por los vecinos beneficiados como "el Santa de los puentes", pasó un mes recolectando juguetes y recibió donaciones de personas individuales y sector privado para poder armar más de 400 bolsas con 12 juguetes cada uno, para niños menores de 14 años.
Además, Chacón asegura que cuando el proyecto inició, lo más difícil fue encontrar apoyo para la donación de juguetes, pero con los años muchas personas fueron sumando esfuerzos.
ZONAS MARGINADAS
Los niños que recibieron este sábado a Santa Claus habitan en casas informales, con techos de lámina, asentadas sobre laderas de un barranco y sobre el afluente de un río de aguas residuales.
En la mayoría de los hogares no existe agua potable, el servicio de energía eléctrica es inconsistente y casi todas las calles carecen de asfalto.
Además, los asaltos y la violencia son habituales en la zona.
En Ciudad de Guatemala existen alrededor de 250 asentamientos informales similares, de acuerdo con cifras oficiales. En el país centroamericano el 59 por ciento de la población vive bajo condiciones de extrema pobreza.
Al "Santa de los puentes" guatemalteco le gustaría que otras organizaciones repliquen sus pasos.
"Para muchos de estos niños, esta es la visita más importante del año", recalcó Chacón, quien dice que si su salud se lo permite seguirá descendiendo muchos años más cada Navidad.