Maestros rompen el diálogo con el Gobierno boliviano y mantienen sus protestas

Los maestros urbanos de Bolivia rompieron este miércoles el diálogo con el Gobierno después de varias horas de negociación y anunciaron que mantendrán sus protestas por mayor presupuesto y en contra del nuevo plan de estudios que consideran "adoctrinante".

Un nuevo intento para llegar a un acuerdo entre los dirigentes de los maestros y el Ministerio de Educación se efectuó en la víspera y se extendió hasta esta madrugada, sin que se llegue a una solución.

El diálogo "ha sido más de lo mismo (ya que) el Gobierno mantiene su incapacidad económica y material para tender las demandas" de la educación publica en Bolivia, aseguró a EFE el dirigente del magisterio urbano de La Paz José Luis Álvarez.

Los docentes se retiraron del encuentro con el titular de Educación, Édgar Pary, a quien señalaron de "mantener las mismas respuestas" ante las exigencias del sector que pide más recursos, ítems educativos y la anulación del nuevo plan académico.

En una rueda de prensa, el ministro Pary lamentó que el diálogo se haya efectuado en medio de "insultos de distinta naturaleza" de los representantes de los maestros hacia las autoridades educativas nacionales.

Pary explicó que la demanda por el presupuesto se analizará próximamente en un "congreso educativo" que incluirá a otros sectores como el magisterio rural, afín al Gobierno, y recordó que la aplicación del nuevo programa de estudios es "procesual" y "no es obligatoria para todas las unidades educativas".

"Tenemos la predisposición de dialogar y responder tomando en cuenta la realidad presupuestaria del Ministerio de Educación", remarcó la autoridad de Gobierno.

Al respecto, Álvarez consideró que llevar la discusión del presupuesto a un congreso "es una trampa" y que establecer que los nuevos contenidos se aplicarán voluntariamente contradice la "seriedad" del sistema educativo.

El diálogo ha sido "estéril" y "por eso las medidas de presión continúan", aseveró.

El conflicto docente en Bolivia comenzó a principios de marzo y se extendió con continuas marchas y protestas en varias ciudades bolivianas, especialmente en La Paz, sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo del país.

Los docentes reclaman que se quieran aplicar contenidos de inglés, idiomas nativos, robótica o ajedrez sin la contratación de maestros especializados y sin un presupuesto autónomo, algo que aseguran es contrario a la calidad de la educación.

Los maestros cuestionan algunos contenidos sobre la historia del país como "adoctrinante" al intentar colocar la visión política del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), además, de promover la "ideología de género" en áreas como la educación sexual.

Ante esto, el Gobierno negó que el nuevo plan sea "adoctrinante" y pidió a los padres de familia que "leer" la nueva planificación.

La educación estatal en las ciudades ha tenido interrupciones por las protestas de los maestros, aunque que el Gobierno ha asegurado que en la mayoría de las escuelas las actividades son normales y se ha comenzado a aplicar la nueva planificación de contenidos.