El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte,
anunció este jueves en Pekín
su "separación" de Estados Unidos, decisión que confirma su giro diplomático hacia
China.
Duterte, acompañado por una delegación de 400 miembros, está en Pekín para una visita de Estado de cuatro días. Este viaje representa una
reanudación de las relaciones entre China y Filipinas, que en los últimos años se volvieron frías a raíz de la disputa por la soberanía de algunas islas en el mar de China Meridional.
"
Anuncio mi separación de Estados Unidos", señaló Duterte en un foro económico, pocas horas después de una cumbre con su homólogo chino Xi Jinping, suscitando fuertes aplausos.
"No hemos recibido aún un pedido por los canales oficiales que apunte a modificar nuestra asistencia o nuestra cooperación con
Filipinas", indicó en
Washington un alto funcionario estadounidense que se mantuvo bajo el anonimato.