Cientos de manifestantes arrestados en protestas de Año Nuevo
La policía de Hong Kong dijo el jueves que arrestó a unas 420 personas en las protestas del Día de Año Nuevo, luego de que lo que comenzó como una marcha pacífica prodemocrática de decenas de miles se convirtiera en escenas caóticas con la policía disparando gases lacrimógenos para dispersar a las multitudes.
Entre los arrestados hay un niño de 12 años y 287 personas fueron detenidos durante una redada redada por reunión ilegal, dijo la policía a medios nacionales y extranjeros basados en Hong Kong.
Se contabilizan unos 7.000 arrestos en total desde que las protestas en la ciudad se intensificaron en junio pasado por un proyecto de ley ahora retirado que habría permitido la extradición a China continental. La situación parece fuera de control y no es claro si habrá en breve una solución para poner fin a los disturbios.
La tensión del miércoles aumentó tras los arrestos después de que se realizaron algunos arrestos en el distrito de bares Wan Chai, cerca de una sucursal del grupo bancario global HSBC, que ha sido blanco de la ira de los manifestantes en las últimas semanas.
La agencia Reuters informó que cuando estallaron los enfrentamientos, un gran número de manifestantes vestidos de negro se aparecieron en la escena, mientras que otros inconformes hicieron cadenas humanas para pasarles suministros, incluidos ladrillos, lo que obligó a la policía a traer sus propios refuerzos.
La policía pidió a los organizadores que suspendieran la marcha temprano y las multitudes finalmente se dispersaron. Decenas de policías con equipo antidisturbios patrullaron las calles hasta altas horas de la noche.
Jimmy Sham, uno de los líderes del Frente Civil de Derechos Humanos que organizó la marcha, criticó la decisión de la policía de dispersar a la multitud en tan poco tiempo y dijo que habían arrestado a los manifestantes indiscriminadamente.
Autoridades policiales dijeron que solo hicieron los arrestos el miércoles después de que notificaron a los organizadores de la marcha y dieron suficiente tiempo para que los manifestantes se fueran. Explicaron que cuatro agentes resultaron heridos durante el día.
Los organizadores estimaron que algo más de un millón de personas participaron en la marcha del día de Año Nuevo. La policía dijo que se trató de unos 60.000 manifestantes los que salieron a las calles en ese día.
Durante meses las protestas se han convertido en un movimiento amplio que impulsa la democracia plena en la ciudad gobernada por China y exigen una investigación independiente sobre las denuncias de brutalidad policial. La policía sostiene que actúan con moderación.
Los arrestos también se realizaron en la víspera de Año Nuevo, cuando los manifestantes ocuparon brevemente una carretera importante en la península de Kowloon mientras multitudes de miles de personas contaban hasta la medianoche a lo largo del puerto Victoria.
Algunos manifestantes alegan que HSBC fue cómplice en la acción de las autoridades contra activistas que intentaban recaudar dinero para apoyar su campaña. El banco niega cualquier participación.
Según estas organizaciones, la acción es “una afrenta al estado de derecho y la integridad judicial” en la antigua colonia británica, que ha mantenido su sistema judicial único libre de la corrupción y la interferencia política tan común en China continental.
Los hechos, según reportan algunos medios locales y agencias internacionales como AP, tuvieron lugar el miércoles durante una marcha en contra del gobierno que acabó convirtiéndose en una auténtica batalla campal entre la policía y los manifestantes radicales.
La carta, firmada por ambas entidades, asegura que “los grafitis son indignantes”, por lo que condenaban “firmemente” estas acciones. “Los comentarios abusivos que implican que las decisiones judiciales fueron tomadas o influenciadas por consideraciones políticas son totalmente injustificadas”, rezaba el documento.
La gente que salió a la calle está preocupada porque China, según dicen, está reforzando gradualmente su control sobre las instituciones de Hong Kong, desde las principales empresas hasta las fuerzas del orden y los medios de comunicación.
El ataque contra el edificio de la corte también fue condenado por el portavoz policial Kwok Ka-chuen el jueves.
“Este tipo de ataque hará mella en el espíritu de la ley y amenazará la independencia del poder judicial”, advirtió.
Kwok señaló que la policía había arrestado 420 personas durante el día festivo por Año Nuevo, lo que eleva la cifra total a unos 7.000. Entre los cargos, se incluían reunión ilegal, posesión de armas ofensivas y conducta desordenada en un lugar público.
“La violencia de los manifestantes ha alcanzado un nivel realmente crítico. Durante más de siete meses, la gente de Hong Kong ha estado viviendo a la sobra de violentas protestas que se han extendido a casi todos los barrios de la ciudad”, apostilló.