Nicolás Maduro dice tener contactos con EEUU y que aceptaría reunirse con Donald Trum

El dictador venezolano, Nicolás Maduro, reveló que en los últimos años mantuvo “múltiples” formas de comunicación con Estados Unidos, al tiempo que insistió en que está dispuesto a reunirse con su homólogo, Donald Trump, para establecer “una relación de respeto” entre ambos países.

“Nosotros hemos tenido durante los años 2017, 18 y 19 múltiples formas de comunicarnos con el Gobierno de Estados Unidos, unas conocidas y otras todavía no conocidas, porque yo soy un hombre de diálogo”, dijo en una entrevista difundida por los medios oficiales.

Desde el Palacio de Miraflores ha defendido que “los asuntos del norte, de esa súper potencia llamada Estados Unidos (...), deben tratarse con diplomacia, con política y con capacidad de diálogo”.

“Lo he dicho al Gobierno de Donald Trump y lo he hecho: cuando quiera, dónde quiera y cómo quiera estamos listos para el diálogo con respeto, con altura, con dignidad, para atender los asuntos bilaterales y establecer nuevas bases de relacionamiento”, reiteró.

Maduro aseguró además que mantendrá la mano tendida a “cualquiera que esté gobernando en Estados Unidos”, apuntando a las elecciones presidenciales que celebrará el país norteamericano a finales de año.

“Ojalá que más temprano que tarde se abra la conciencia de las élites de Estados Unidos (y se den cuenta de que) la única relación positiva con América Latina y el Caribe tiene que ser el respecto, la cooperación y el diálogo permanente”, ha confiado.

Maduro ha acusado a la actual Administración de Donald Trump de revivir la Doctrina Monroe para “imponer élites subordinadas a sus intereses para que gobiernen e impongan su modelo” en América Latina y el Caribe.

El resultado, ha indicado, es “una América Latina en disputa en toda la región y país por país”, mencionando las protestas que han recorrido el subcontinente americano en los últimos meses.

En concreto, se ha referido al “golpe de Estado” en Bolivia que acabó con Evo Morales fuera del Palacio Quemado y refugiado en Argentina. Para Maduro, la nación andina es una “bomba” que terminará explotando para “restaurar el proceso de cambio”. “Las fuerzas golpistas no podrán detener esa fuerza”, ha vaticinado.

El líder chavista ha enmarcado las protestas en América Latina en un “segundo ciclo” de “cuestionamiento global” al neoliberalismo que se centra en dos “elementos de crítica”, la concentración de la riqueza y el cambio climático.

Maduro ha recordado que la región ya vivió un primer ciclo en los años 90 que “dio como resultado el surgimiento de una corriente progresista revolucionaria que gobernó casi todos los países del continente encabezada por el comandante Hugo Chávez”.

El presidente venezolano ha vaticinado que “el proyecto de (Simón) Bolívar y los libertadores” se impondrá al “proyecto neoliberal del monroísmo trumpcista” y, en este sentido, ha mencionado el reciente cambio en la Casa Rosada, donde Mauricio Macri ha dado paso a Alberto Fernández. “En los años que están por venir, en este año 2020, tendremos muy buenas noticias”, afirmó.

“Guerra económica”

En el caso de Venezuela, ha vuelto a denunciar la existencia de “una guerra económica internacional” contra la nación caribeña. La venezolana, ha sostenido, es “una economía asediada (...) como ninguna economía del mundo, solamente pudiéramos decir la cubana”.

Maduro ha acusado a Estados Unidos y “sus cómplices internos, la derecha fascista venezolana”, de “robar” al Estado venezolano solo en 2019 unos 30.000 millones de dólares mediante las sanciones.

“Donde más nos ha golpeado el bloqueo, las sanciones y toda esa maldad del imperio norteamericano es en la salud”, ha señalado. “Persiguen los aviones y los barcos que van a traer medicinas a Venezuela para que no las traigan”, ha denunciado.

Además, ha admitido que la dolarización de la economía venezolana es una “realidad” desde hace años debido a la dependencia de los petrodólares. “Hoy estamos conviviendo con tres espacios monetarios”, el bolívar, el petro y el dólar, ha asumido.

En este contexto, que ha definido como una “etapa de resistencia” económica, ha destacado que “el modelo de las misiones sociales ha pasado una gran prueba y ha demostrado su eficiencia y su capacidad para atender a las mayorías, sobre todo a las más humildes”.

“El arma secreta (...) para que a Revolución Bolivariana tenga la capacidad de enfrentar, de sobreponerse a tantas agresiones, (...) es que nosotros tenemos un proyecto de verdad que tiene la legitimidad y el apoyo del pueblo”, ha sostenido.