Comenzó el juicio político contra Donald Trump en el Senado de EEUU
Los siete legisladores que harán de fiscales en el juicio político al presidente Donald Trump leyeron este jueves ante el Senado los cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso, con lo que legalmente comenzó el proceso en esta cámara, aunque hasta el martes el conocido en inglés como “impeachment” no se iniciará de facto.
Como estipula la ley, el presidente del Tribunal Supremo, el juez John G. Roberts, juró este jueves como jefe de la Cámara Alta, en sustitución del vicepresidente Mike Pence, durante el juicio político. Y los 100 legisladores del Senado también juraron como miembros del “jurado” en este proceso.
La cobertura minuto a minuto (hora local en Washington):
14:35 Se anunció que el juicio político contra Trump se retomará el martes a las 13:00, hora local (18:00 GMT).
14:15 Los 100 senadores estadounidenses encargados de juzgar a Donald Trump prestaron juramento ante el presidente de la Corte Suprema, John Roberts. Los congresistas de la Cámara Alta juraron “impartir justicia de manera imparcial de acuerdo con la Constitución y las leyes” frente al magistrado de 64 años nombrado miembro del máximo tribunal de la nación por el presidente George W. Bush.
14:10 El presidente de la Corte Suprema de Justicia, John Roberts, prestó juramento a para encabezar el juicio.
12:45 Tras la lectura de los cargos, la sesión en el Senado entró en un receso hasta las 14:00.
12:35 Cuando se leía la acusación en el Senado, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, tuiteó que las denuncias contra Trump eran falsas y habían sido fabricadas. “Después del histórico acuerdo comercial de ayer con China y el tratado con México y Canadá aprobado hoy, los demócratas están leyendo ahora sus falsos artículos de impugnación, que fabricaron para detener a DonaldTrump de su continuo éxito en nombre de EEUU. Él está trabajando - ellos están lloriqueando”, escribió en Twitter.
12:30 El demócrata Adam Schiff, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara Baja, comenzó a leer en el Senado los dos cargos de acusación contra Donald Trump, antes del juicio político. “Donald John Trump, presidente de Estados Unidos, ha sido acusado de delitos graves”, leyó Schiff, nombrado fiscal jefe en este proceso, antes de continuar con la lectura de los cargos de los que le acusa la Cámara Baja: abuso de poder y obstrucción del Congreso.
Trump se encuentra acusado de abusar su poder al presionar a Ucrania para investigar al candidato presidencial demócrata Joe Biden, potencial contrincante suyo en las elecciones que tendrán lugar a finales de este año, y por obstaculizar las investigaciones iniciadas por el Congreso una vez comenzado el proceso investigativo.
Al igual que sucedió cuando se votaron los cargos, el apoyo al envío de la acusación al Senado estuvo dividido casi en su totalidad según la afiliación partidaria de los representantes: fueron 228 a favor y 193 en contra. Solo un demócrata, Collin C. Peterson, del estado de Minnesota, se manifestó en contra de la decisión.
En la votación del miércoles también se aprobaron los siete representantes de la Cámara Baja que actuarán como fiscales del proceso. Todos son demócratas y entre ellos se encuentran los presidentes de los comités de Inteligencia y Judicial, Adam Schiff -quien oficiará como fiscal jefe- y Jerrold Nadler, donde se llevaron a cabo las etapas investigativas preliminares del proceso.
Una vez en el Senado, los siete demócratas presentaron la acusación y fundamentaron las razones por las que consideran que el mandatario debe ser declarado culpable. El juez será John Roberts, presidente de la Corte Suprema de Justicia, y su función será la de presidir las audiencias y eventualmente señalar si se comete alguna irregularidad.
El jurado está compuesto por los 100 senadores, que al final tendrán que votar si condenan o absuelven al Presidente. Se requiere el voto de 67 de ellos para efectivamente destituirlo y, considerando que los 53 republicanos han expresado su voluntad de encolumnarse detrás del argumento presentado por la Casa Blanca, las chances de que la acusación sea fructífera son extremadamente bajas.
No obstante, los demócratas han hecho foco en la aparición de nueva evidencia, que aseguran fortalece su caso: fue presentada por Lev Parnas, un socio del abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, y acusado de tener un rol central en los esfuerzos de Trump y sus socios para obtener concesiones por parte del gobierno ucraniano.
Los documentos incluyen copias de mensajes de texto y otro tipo de comunicaciones, incluyendo una carta manuscrita que expresa: “Lograr que Zalensky (por el presidente ucraniano, Zelensky) anuncie que el caso Biden será investigado”. En concreto, se refería a la hipótesis por que conecta a la empresa de gas ucraniana Burisma -en la cual el hijo de Biden, Hunter, ocupaba un cargo directivo- con hechos de corrupción.
También hay intercambios de mensajes con el ex fiscal general ucraniano, Yuri Lutsenko, en el que parecen discutir la posibilidad de investigar a los Biden a cambio de la remoción de la ahora ex embajadora en el país, Marie Yovanovitch. Y una comunicación con un representante republicano, Robert F. Hyde, quien aseguró tenerla bajo vigilancia física y electrónica.
La embajadora fue efectivamente trasladada en mayo de 2019, luego de que que se le comunicara que Trump había perdido confianza en ella. Durante una audiencia en el marco del proceso del juicio político, Yovanovitch aseguró que figuras ucranianas que se sentían amenazadas por su lucha contra la corrupción en el país fueron quienes buscaron su salida.
A su vez, esta semana el abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, indicó en diversas entrevistas que estuvo detrás de la salida de la embajadora y proporcionó al presidente información que presuntamente demostraba que impidió investigaciones que pudieron beneficiar políticamente a Trump. “Forcé su salida porque es corrupta”, dijo Giuliani en una entrevista con Fox News.
Uno de los documentos es una carta de Giuliani en la que intenta concertar una reunión con el presidente ucraniano y, según indica, lo hace con el conocimiento y beneplácito de Trump. No obstante, los partidos continúan chocando respecto a la posibilidad de usarlos en el proceso.
En diálogo con la prensa, Adam Schiff destacó la información contenida en los documentos y urgió a la Casa Blanca a entregar toda la evidencia solicitada. “Solo hemos obtenido una pequeña muestra del universo de documentos que el Presidente está reteniendo. Si el señor McConnell quiere seguir el modelo Clinton, debe recordar que todos los documentos fueron entregados antes del juicio”.
Los demócratas han destacado la decisión de dilatar el envío de los artículos al Senado, en vez de hacerlo inmediatamente después de aprobar los artículos en la Cámara Baja. Aseguran que ello le permitió acceder a los documentos que fortalecen su caso. “El tiempo ha sido nuestro amigo en todo este tema porque ha provisto evidencia incriminatoria y más verdad al ojo público”, expresó Pelosi.
El próximo asunto en contención será la posibilidad de llamar testigos al Senado. Los demócratas tienen la intención de llamar funcionarios y ex funcionarios de la Casa Blanca mencionados en el caso y que rechazaron comparecer ante la Cámara, tales como el ex asesor de seguridad nacional, John Bolton y el jefe de Gabinete, Mick Mulvaney.
En todo caso, la norma es que los testigos no sean interrogados directamente por las partes y por los senadores, sino que estos elaboren preguntas por escrito, que luego son leídas en voz alta por el juez.