Presuntos femicidas de Fátima ya están en la cárcel, podrían alcanzar una pena de hasta 140 años
Autoridades de la Ciudad de México trasladaron a Giovana ‘N’ y a Mario ‘N’, presuntos femicidas de la niña Fátima, a dos reclusorios de la capital mexicana. El hombre fue ingresado en el Reclusorio Oriente y la mujer en el penal de Santa Martha Acatitla.
El crimen de la menor conmocionó al país luego que sus padres reportaron la desaparición de la pequeña, el 11 de febrero tras ser sustraída de su escuela por una mujer, a la que posteriormente su madre admitió conocer. Se trataría de Giovana, quien vivió en la casa de la familia durante algunos meses
El cuerpo de Fátima fue encontrado el fin de semana desnudo y envuelto en bolsas.
Las identidades de los dos sospechosos fueron reveladas tras el registro de una vivienda en la calle San Felipe, alcaldía Xochimilco, la zona en la que vivía la menor
En conferencia de prensa realizada el 19 de febrero, el vocero de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), Ulises Lara, dio a conocer que ambos se enfrentarían a una pena de entre 80 y 140 años de prisión, ya que la Fiscalía trata el delito de “privación de la libertad con la finalidad de hacer daño”
Los dos acusados fueron localizados en el Estado de México, gracias a que la tía de Mario, de nombre Irma, los denunció, ya que se encontraban viviendo en una habitación en obra negra de su casa.
De acuerdo con el relato de la mujer, luego de ser abusada sexualmente por Mario, Gladis Giovana trató de asfixiar a la menor con cinturones pero al no poder, el hombre terminó por matarla
Al preguntarles qué le habían hecho a la niña, la mujer explicó que Mario, quien presuntamente consume drogas, le había exigido un regalito “¿por qué hija? ¿te ganó la ira? ¿por qué lo hiciste? (…) entonces él se bajó, ya no la puedo tener aquí, le dije”, recordó que cuando Mario salió de la habitación, Giovana se hincó para pedirle ayuda, mientras que su sobrino no mostraba arrepentimiento.
En entrevista con Imagen Televisión, señaló que la pareja le confesó que al ver que en todos los medios de comunicación estaba el caso de Fátima tuvieron miedo y decidieron matarla.
Al cuestionarla sobre la razón por la que lo hizo, Giovana aseguró “porque como él estaba en la casa con mis hijos, dijo que, si no iba a verlo con alguna de las niñas...con mis hijos y yo me espanté y fui y se la traje”, recordó Mayela Hernández, quien vive con Irma
Recuerdan que el pasado 16 de febrero, Mario, su esposa y sus tres hijos con una mochila al hombro llegaron a su casa en el ejido Palma en el poblado de Tlazalpa en Isidro Fabela, en una zona boscosa a por lo menos tres horas de la Ciudad de México.
"En ese momento me dio mucha alegría, porque no lo había visto desde que su papá se suicidó… Mi hermano, hace 22 años se ahorcó, cuando me dijo que era Mario, dije Mario el hijo de Pepe”, añadió.
Aseguran que Mario decidió quedarse en una vivienda de dos cuartos, de cuatro metros cuadrados, sin cristales en las ventanas, de techo de láminas de cartón, ubicada a unos metros de su casa, que asegura le pertenece a un familiar.
Ahí permaneció Mario y su familia, quienes dormían en el suelo sólo tapados con unas cobijas que les prestaban, la ventana era tapada con cartones y en la pared hay una cruz, en la habitación que no cuenta con energía eléctrica.
Sus tías recuerdan que sólo una vez salieron a buscar algo de comer y a otro lugar, y ellas creían que habían salido a buscar trabajo
Sin embargo, la tarde del martes vieron por la televisión la fotografía primero de Giovana y se preguntaron si se trataba de la misma persona, ya no tenían duda, cuando apareció la foto de Mario.
"Primero la vi a ella y me entró la duda, le dije ella es la de allá abajo, pero todavía no lo tomé tan enserio, pero ya cuando los vi a los dos, enseguida bajé y los encaré y fue cuando ellos lo reconocieron y aquí arriba me confesaron todo lo que había pasado”, relató Irma.
Los familiares de Mario pensaron que no podían tenerlos en su casa, por lo que con el argumento de que las acompañaran para acercar a Giovana al pueblo para que se entregara, hicieron tiempo mientras otros de sus familiares solicitaban el apoyo de la policía municipal.
Así fue como la Policía Municipal logró la detención de la pareja, y posteriormente se apoyó en el traslado la Guardia Nacional, según señalaron Mayela e Irma.
A pesar de que las autoridades ofrecieron dos millones de pesos para quien proporcionara información que llevara a la captura de los presuntos feminicidas, Doña Irma, no aceptó la recompensa, pues afirma que lo hizo porque era su deber y porque solo quiere que se haga justicia.