Encuentran cuerpo de nicaragüense que murió en aguas del Río Bravo, su hijo está desaparecido
Autoridades mexicanas recuperaron el cuerpo de Luis Alberto Jiménez Meneses, de 52 años de edad, quien murió ahogado en las peligrosas aguas del Río Bravo, en México, cuando pretendía cruzar de forma irregular a Estados Unidos, en busca del Sueño Americano, informaron miembros de la Fiscalía Mexicana a la organización Texas Nicaraguan Community (TNC) para buscar dar con el paradero de la familia del infortunado.
El cadáver fue localizado por un grupo de personas cerca de la ciudad de Acuña, zona fronteriza entre el río y Estados Unidos.
Lea: Monseñor Álvarez: Avanza Nicaragua con la pasión de tus hijos exiliados, privados de libertad
La piel de Jiménez Meneses se encontraba en buen estado, por lo que autoridades presumen que la víctima tenía pocas horas de haberse ahogado.
Al momento de recuperar el cuerpo, miembros de la Fiscalía encontraron en las bolsas del pantalón de Luis Alberto su cédula de identidad y la licencia de conducir. El fallecido era originario del departamento de Granada.
Desaparecido
Horas después de conocer la tragedia, autoridades mexicanas informaron a 100% NOTICIAS que el hijo de la víctima, a quien identificaron como Louis Ángel Jiménez Urbina se encuentra desaparecido.
Lea más: Báez: Dios sufre con presos políticos condenados, maltratados y exiliados
La poca información de la que disponen las autoridades mexicanas es que supuestamente, Louis Urbina viajaba junto a su padre y que la noche del sábado los vieron cruzar el río Bravo.
El cuerpo de Luis Ángel Jiménez Urbina se encuentra en una morgue a la espera de que su familia realice los trámites de repatriación.
Desde febrero a la fecha, al menos 10 nicaragüenses han muerto en su intento por cruzar el Río Bravo. Una de las víctimas mortales es una menor de cinco años de edad, quien fue arrastrada por las corrientes cuando intentaba cruzar junto a su madre a Estados Unidos.
Lea también: Católicos se desbordan en la catedral de Managua tras dos años sin procesiones
El Río Bravo también ha cobrado la vida de al menos dos integrantes de una misma familia, quienes han desafiado las aguas del río que es catalogado por autoridades mexicanas y norteamericanas como “muy peligroso”.