Elthon Rivera obtiene beca para estudiar medicina en Rumanía, fue expulsado de UNAN por protestar
El joven universitario nicaragüense Elthon Rivera Cruz de 28 años, ganó una beca en la Universidad de Medicina, Farmacia, Ciencia y Tecnología en Rumanía para dar continuidad a sus estudios académicos, luego que el régimen de Daniel Ortega ordenará la expulsión de estudiantes que participaron en las protestas cívicas en abril 2018.
En una entrevista a 100%Noticias, Rivera informó que en 2018 cursaba la carrera de Medicina en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, (UNAN-Managua) cuando fue expulsado por participar en las protestas cívicas.
“Soy parte de esa cifra de más de 150 estudiantes que fueron expulsados de la universidad (...) un proceso muy complicado que pasamos diversas agrupaciones juveniles tratando de encontrar una posibilidad para poder reintegrarnos a las universidades dentro de Nicaragua queríamos hacer valer nuestro derecho de volver a la universidad, desafortunadamente el gobierno impidió el proceso de integración universitaria”, cuenta.
Tras realizar varios intentos por ingresar a universidades privadas para dar continuidad a sus estudios en la carrera de medicina, Rivera no tuvo más opción que cambiar de carrera y estudiar ciencias políticas en la Universidad Paulo Freire (UPF) en Managua.
“Varios jóvenes estábamos buscando la oportunidad para encontrar alguna universidad que nos diera el espacio de poder terminar los estudios superiores que el gobierno nos había truncado, pero no conseguimos respuesta. En el 2019 con la Universidad Paulo Freire se logra abrir un programa especial “programa de continuidad de estudios superiores prócer” donde más de 50 estudiantes pudimos reintegrarlos a una universidad para tratar de terminar nuestras carreras, en mi caso, no estaba la carrera de medicina que había dejado en último año en unan Managua y opté por estudiar ciencias políticas”, expresó.
Cuando por fin había logrado integrarse, en 2022 el régimen Ortega Murillo a través de la Asamblea Nacional ordenó cancelar los permisos de operación de cinco universidades entre ellas, la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli), Universidad Católica del Trópico Seco (Ucatse), Universidad Nicaragüense de Estudios Humanísticos (Uneh), Universidad Popular de Nicaragua (Uponic), y Universidad Paulo Freire (UPF).
Tras el cierre de la UPF, Rivera vuelve a quedar en el aire con sus estudios paralizados arbitrariamente por segunda vez, por lo cual se queda sin opciones para seguir estudiando en Nicaragua.
“Estaba en el último año de la carrera, faltaban tres meses para poder terminar la licenciatura en ciencias políticas, pero el gobierno confiscó la universidad e impide nuevamente a los jóvenes que estábamos en ese programa terminar nuestra formación profesional, (...) lamentablemente me quedé sin opciones en el sector público y privado”.
Luego el régimen empieza a perseguir al rector Adrián Meza, de la UPF, quien optó por el exilio en Costa Rica, alegando razones de seguridad.
“Empiezan a investigar a las personas que trabajamos con él en este programa especial de apoyo a estudiantes, desafortunadamente figuró mi nombre tuve que verme obligado a salir del país, afortunadamente había hecho varias aplicaciones en universidades en el exterior, momento antes de salir de Nicaragua ya estaba recibiendo esta noticia de que me iban a aceptar en una universidad en Rumanía y en estos días recibí la carta de confirmación”, manifestó.
No hay que rendirse
Rivera Cruz dice que pasó 4 años aplicando en diferentes universidades, su principal obstáculo fue que la UNAN- Managua se negó a entrar los registros académicos a los estudiantes expulsados, es decir no tenían ningún documento que demostrará que habían estado en esa alma mater.
Pese a los obstáculo, Rivera nunca se rindió por lo cual insta a otros jóvenes a seguir intentándolo “tenemos bastante estudiantes que no han logrado, pero quiénes vamos abriendo espacios tenemos en mi opinión que ir agrandando esas puertas (...) yo estuve en la misma posición, salí al exilio, venía completamente desmotivado, sentía que estaban pasando los años pero no hay que dejar de intentarlo por cumplir nuestras metas, seguir teniendo la fe de encontrar la oportunidad, seguir tocando puertas son miles de miles de universidades que hay en el mundo sigue tocando puertas”.
Rivera asegura que es importante que los jóvenes se profesionalicen porque la dictadores le temen a la juventud con educación “tenemos que estudiar, capacitarnos, profesionalizarnos para poder seguir haciendo frente a la dictadura pero con mucha mayores herramientas que quizá en este momento no tenemos, no es casualidad que la dictadura no quisiera fuera de las universidades, la dictadura le teme a la juventud, le teme a la educación, le teme al pensamiento crítico, a la educación superior, nos corresponde a nosotros seguirlo intentando”.