Padre e hijo nicaragüense fueron secuestrados en México
La angustia aumenta entre los familiares de nicaragüenses secuestrados en México, que van rumbo a Estados Unidos, pero su viaje fue frustrado por carteles que exigen dinero para el rescate.
Desde un segoviano hasta un padre capitalino con su hijo fueron secuestrados en Tabasco, México, mientras sus familias en Nicaragua hacen lo imposible para buscar dinero del rescate.
Esta vez, le llegó el turno a la familia de Osbell Fernando Corrales, habitante del barrio monseñor Madrigal del municipio de Ocotal, Nueva Segovia, norte de Nicaragua.
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Sus familiares recibieron una llamada anunciando que Corrales Cáceres se encontraba secuestrado en México cuando se dirigía a Estados Unidos. Desde que sus parientes tuvieron conocimiento de la retención de este segoviano se han dedicado a realizar distintas actividades para reunir el monto del rescate.
El mismo sufrimiento, lo comparte una familia capitalina que desde este 27 de diciembre conoció que dos de sus parientes fueron secuestrados en México por el crimen organizado.
Se trata de Israel y Ángelo Largaespada, padre e hijo, respectivamente.
Según la familia Largaespada, ambos nicaragüenses se dirigían a Estados Unidos, hasta que fueron interceptados por sujetos que los retuvieron en Tabasco y les exigieron llamar a sus parientes en Nicaragua para reunir la suma de 6,000 dólares a cambio de su liberación.
La familia, que habita en una localidad de carretera a Xiloá, alega ser de escasos recursos y no contar con esa cantidad de dinero, razón por la que han pedido a la población ayuda voluntaria y para quienes deseen aliviar su sufrimiento, les pueden contactar al número (505) 8920 5582.
Otro secuestro
Durante esta semana, también se conoció del caso del joven Jack Pérez Rivas quien se encuentra secuestrado desde hace 27 días en México y los captores amenazaron a la familia con ejecutarlo si no pagaban el rescate.
Pérez Rivas, de 25 años, habitaba en Ciudad Sandino, municipio de Managua, decidió viajar a Estados Unidos sin contratar ningún coyote y salió del país con tan solo 800 dólares en sus bolsillos.
La familia ha logrado enviar parte del dinero y para presionarlos los captores enviaron imágenes donde su pariente estaba siendo torturado y les advertían que el plazo estaba a punto de vencerse.