Nicaragüense pasó de lavar carros a dirigir obras como ingeniero en Costa Rica

La historia del nicaragüense Junnior Martínez puede representar la de miles de migrantes que han dejado su país de origen en busca de seguridad, estabilidad y oportunidad en tierras extranjeras. Llegó hace cinco años a Costa Rica “con una mano adelante y otra atrás”.

Cuenta a 100%Noticias que dejó Nicaragua en julio de 2018 y dice que no fue fácil reinsertarse a un nuevo país con una nueva cultura, valores, principios cuando pensaba que ya tenía una vida construida en su país.

“El cambio, el choque de las palabras coloquiales utilizadas para darse a entender y ser comprendido por la sociedad es solo el principio de las dificultades a las que se enfrenta todo migrante en otro país”, expresa Junnior Martínez.

Recuerda que llegó a Costa Rica con deseos y sueños por cumplir, pero no fue fácil abrirse camino cuando no tenía ni dónde vivir. Los primeros meses se alojó con su madre, quien desde hace varios años trabaja en casa de familia y pudo garantizarse un techo mientras él recorría las calles en busca de oportunidades laborales.

Relata que sabía que al igual que miles y miles de migrantes empezaría desde cero y mientras esperaba obtener su permiso de trabajo se dedicó a lavar carros pese a que en Nicaragua se había graduado como ingeniero civil, pero debía suplir sus necesidades.

“Creo que todos soñamos o nos vemos en el futuro haciendo lo que deseamos y siendo ganadores y a veces nos llenamos de miedos, pero si estamos preparados y aprovechamos las oportunidades, Dios nos ayuda en todo”, reflexiona Junnior Martínez.

Narra que después de obtener el permiso de trabajo se desempeñó siete meses como bodeguero, paralelo a su trabajo se propuso homologar sus títulos universitarios con visión de ascender profesionalmente. “Nada es igual, estos tipos de viajes cambian la vida, sacuden tus raíces, tus certezas y tus miedos”, confiesa.

Junnior Martínez esperó unos tres meses y gastó dinero para el reconocimiento de sus títulos nicaragüenses, pero logró realizar las convalidaciones en Costa Rica, dice que fue un pequeño triunfo personal, poco a poco vio los frutos de su esfuerzo y pudo aplicar a nuevos empleos ya en su campo.

Fue contratado como asistente de ingeniería y continuó trabajando más duro para aplicar a una plaza superior y luego fue ascendido como ingeniero responsable de proyecto en el centro de alto rendimiento del futbolista Joel Campbell.

A sus 31 años de edad, Junnior Martínez, originario de Managua dice que ha evolucionado, reconoce que en el proceso ha adquirido cicatrices y de cierto modo también él ha cambiado y a veces le parece mentira todo lo que ha conquistado.

“Una parte de mi quiere que mi mamá y mi familia se sienta orgullosa de mí y la otra parte es un deseo personal, quiero saber que tan lejos puedo llegar”, precisa.

Junnior Martínez cree que todavía le falta por mucho lograr y se siente agradecido con el país que lo ha acogido estos cinco años y en el que continúa descubriendo costumbres, tradiciones, leyes, amistades “porque nada es igual” a Nicaragua.

Confiesa que sigue extrañando la comida nicaragüense y aconseja a quienes estén pensando en emigrar que “no tengan miedo” porque mientras exista un sueño “hay un camino y a él deben aferrarse” al punto de que ese deseo supere todos los obstáculos y los “vuelva pequeño”.

Más que cifras

Más de 150,000 000 nicaragüenses buscaron refugio y solicitaron asilo en Costa Rica en los últimos ocho meses, alertó la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en marzo de 2022, la historia de Junnior Martínez solo es una detrás de crudas cifras que demuestran la crisis migratoria que según este organismo ya supera el del total de refugiados y solicitantes de asilo que se produjo en la década de 1980 con las guerras civiles centroamericanas.

En este sentido, ACNUR aclaró que aunque Costa Rica es uno de los principales destinos de los nicaragüenses para la solicitud de protección, durante enero y febrero de 2022, el número de solicitantes de asilo procedentes de Nicaragua que llegaron a México equivale a casi un tercio de las solicitudes de asilo presentadas por nicaragüenses en todo 2021.