Nicaragüenses en EEUU se esfuerzan por “producir dinero” en medio de la barrera del idioma inglés
Luis Martínez de 30 años, es un inmigrante nicaragüense que trabaja como delivery en EEUU y confiesa que el idioma inglés es una barrera importante para quienes como él enfrentan otra realidad porque se requiere un “mínimo de inglés” hasta en empleos como el suyo que no es profesional.
Martínez narró al El Diario de Nueva York que desde hace tres meses está viviendo albergado en un refugio de la ciudad, pero no ha tenido el tiempo de pensar en tomar clases de inglés porque debe atender otras prioridades.
“Al llegar, la mayoría de nosotros lo que necesitamos es empezar a producir dinero”, dijo este migrante que en Nicaragua Nicaragua trabajaba como electricista.
“Hay clientes que cuando le llevamos el pedido, nos hacen preguntas. Y cuando no le puedes responder, te tratan como basura. Aprender un nuevo idioma bien lleva años. Depende de cada persona y el tiempo que le dediques. Pero el problema es que al llegar tu única emergencia es trabajar”, lamentó.
En el caso de Martínez, ya intentó inscribirse en un curso cerca del albergue en Brooklyn, pero no tuvo suerte porque la lista de espera es muy larga y los horarios chocaban con su trabajo.
El caso de Martínez no es el único, de acuerdo con las estadísticas, se estima que sólo 40,000 de los 1,6 millones de personas mayores de 18 años, toman clases de inglés cada año en la ciudad de Nueva York y es importante señalar que puede llevar tiempo y esfuerzo aprender un nuevo idioma, pero también puede ser beneficioso a largo plazo.
En los últimos cinco años, en Nueva York se ha disparado un flujo migratorio de ciudadanos provenientes principalmente de Venezuela, Ecuador, Cuba, Nicaragua y países centroamericanos, la necesidad de inversión en clases de inglés apunta a recién llegados de países hispanos.
Un informe presentado por el Centro de Futuro Urbano (CUF) titulado ‘Preparando la fuerza laboral del mañana’, reafirma que la financiación gubernamental para programas de capacitación laboral específicamente para inmigrantes (recién llegados), “es insuficiente para satisfacer la creciente demanda laboral y no se realiza un seguimiento claro, ya que proviene de diversas fuentes federales, estatales y municipales”.