Nicaragüenses ven en El Salvador la oportunidad de trabajar y enviar remesas
Son decenas de migrantes nicaragüenses, que por falta de oportunidades laborales en Nicaragua ,se ven impulsados a emigrar temporalmente a El Salvador para trabajar seis meses en empresas salineras bajo el ardiente sol, soportando condiciones arduas y sacrificadas.
Las empresas de extracción de sal de El Salvador, están ubicadas en el caserillo Barrancones del cantón Piedras Blancas del departamento de La Unión. Se han convertido en un destino popular para estos trabajadores, quienes encuentran en ellas salarios más altos y mejores condiciones laborales en comparación a Nicaragua.
“Aquí, estábamos trabajando nueve, pero como se fueron la mayoría ahora estamos como cinco, de Nicaragua solo andábamos cuatro, el resto son de acá de El Salvador”, dice al medio salvadoreño Jonathan Quiñones un nicaragüense con piel tostada por el sol que intenta sin éxito cubrirse con un pequeño sombrero.
“Lo difícil es que uno no está en su país, es lo único difícil”, repite este joven pinolero, quien dice haberse motivado a trabajar en El Salvador porque se gana $120 a la semana y explica que esta cantidad en Nicaragua solo podría obtenerla al mes.
“Nosotros venimos en noviembre y ya ahorita en mayo vamos buscando para Nicaragua, para volver en noviembre si Dios Nos permite”, cuenta el laborioso nicaragüense.
Para Ulises Morales, gerente de una microfinanciera salvadoreña declara que para muchos nicaragüenses el país de El Salvador es como los “Estados Unidos”, porque les permite ganar en dólares y enviar un considerable flujo de remesas cada mes a sus familiares.
“Todo el efectivo que ellos logran ganar con su trabajo lo reenvían a sus familiares como fruto de su trabajo”, dice.
Morales explica que estas remesas son constantes, pero en baja cantidad. “Son remesas pequeñas no estamos hablando de grandes cantidades”, aclara que son “de $100-150 y cuando ellos acumulan en el mes podría sumar los $400 “por decir dos o tres semanas de trabajo”.