Arrestan a nicaragüense en Miami por producir y distribuir pornografía de su hijastra de 11 años
José Morales Esquivel, un nicaragüense, de 32 años, podría enfrentar hasta 30 años de prisión después de ser arrestado el miércoles pasado. Confesó haber grabado videos lujuriosos de una niña de 11 años y una mujer de 54 años, sin su conocimiento, en la Pequeña Habana de Miami, según informó la policía.
Las autoridades de Miami detuvieron a Morales tras una investigación que reveló la producción y distribución de pornografía infantil. Cuando fue confrontado por los detectives, Morales aseguró no saber por qué actuó de esa manera.
La víctima, hijastra del acusado, es una menor de 11 años, hija de su novia. Morales enfrenta cargos federales por producción y distribución de material de abuso sexual infantil, delitos que conllevan penas de prisión de hasta 30 años.
Las autoridades detallaron que el acusado inició fotografiando a la niña sin su consentimiento, escalando gradualmente la invasión a su privacidad hasta tomar imágenes de sus partes íntimas.
Según el portavoz policial, Mike Vega, el acusado llegó al extremo de manipular la ropa de la menor para obtener fotografías aún más invasivas.
La pesadilla se intensificó cuando la niña, al darse cuenta de la gravedad de la situación, intentó arrebatarle el teléfono al hombre para detenerlo. Su valentía la llevó a confesar todo a su madre, quien de inmediato acudió a las autoridades.
La versión policial indica que, al acceder al teléfono del acusado, se encontró fotografías de la menor y de la madre, así como imágenes de contenido pornográfico y se descubrió que el sospechoso había escondido el celular en la habitación de la niña para grabarla sin su consentimiento.
"Esto es algo inaceptable y fue arrestado por ello", declaró Vega, ante medios locales.
Según el informe del arresto, algunos de los videos y fotos encontrados fueron grabados mientras las víctimas dormían, y Morales parecía estar masturbándose en su habitación.
Morales Esquivel fue arrestado y trasladado a la cárcel, donde se enfrentó a una jueza por primera vez. En la audiencia, se le impuso una fianza de $42,500 por los 13 cargos que enfrenta, que incluyen pornografía infantil y voyeurismo o distribución de este contenido.
Además, el nicaragüense acusado también tiene una retención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos.
Durante la audiencia, se le ordenó no tener contacto con la víctima a través de redes sociales o medios electrónicos. Esquivel, por su parte, reiteró no entender por qué cometió estos actos en contra de ambas víctimas.