Obispo Rolando Álvarez llamó a líderes políticos en Nicaragua a dejar los "tiras y encoges"
El Obispo de la Diócesis de Matagalpa, Monseñor Rolando Álvarez hizo un llamado a la clase política de Nicaragua a ser humildes, misericordiosos, dejar las "disputas" "protagonismos" y esos "tiras y encoges".
Álvarez hace esta exhortación precisamente esta semana la oposición organizada sufre fractruas con la salida de la Alianza Cívica de la Coalición Nacional y también el desgrane a lo interno de la Alianza por retirarse de la CN. A eso se le suma el discurso de odio de Rosario Murillo que fue intenso esta semana, al considerar a los opositores como "migajas" "cinco bollos" y que no "valen nada".
"Cuanta humildad nos falta a los nicaragüenses, sólo Dios y cada uno de nosotros lo sabe. Sin embargo cuando se observa el panorama sociopolítico de nuestra flagelada patria, me pregunto que si en esos tiras y encoges, en esas disputas, en esos protagonismos, en esas búsquedas de intereses personales o grupales, en esas sed de protagonizar en esas salpicaduras de ofensas, de agresiones de posturas, ¿se podrá hablar de humildad?" cuestionó Monseñor Álvarez.
Expresó que "no basta con decir o salir en un video, o en una foto o en una viñeta radial o en spot televisivo hablando de solidaridad con los que padecen alguna tribulación, algún sufrimiento no" y exhortó que "es necesario realmente llorar con el que llora para reir con el que rie, sufrir con el que sufre para alegrarse con el que se alegra, tener hambre y sed de justicia para entonces entender realmente al que sufre de injusticia y además de ponerse en su lugar para luchar y ponerse con él".
Álvarez cuestionó la credibilidad que pueda tener un "lider misericordioso" con los más desposeídos, si "cuando slata a la palestra pública o en sus reuniones se debate muchas veces con otros inmisericordemente es imposible" y agregó que "es necesario la pureza de corazón para escuchar al otro y no descalificarlo, escucharlo buscando como descubrir en sus palabras una verdad, una virtud, pero también la pureza del corazón es necesaria cuando se habla para construir y no destruir, para edificar y no desideficar" apuntó.
El líder religioso pidió trabajar realmente por la "paz con justicia con verdad" y que sea una paz "sin venganza".
"Laa venganza como la violencia destruye y estoy convencido que el pueblo no escucha sea a quien sea y venga de donde venga, a quien quisiera echarnos a pelear, a quienes atizan los fuegos de las pasiones desordenadas como la venganza y el odio, estamos realmente cansados de eso" reflexionó el obispo.