Nicaragua recibirá ayuda externa por huracanes: ¿Será suficiente?
El gobierno de Nicaragua ha enfrentado tres años de recesión económica sin asistencia financiera de las organizaciones internacionales, suspendida por las violaciones a los derechos humanos, pero ahora podría recibir préstamos de hasta 600 millones de dólares tras el paso de dos huracanes por el país.
El economista Enrique Sáenz sostiene que si bien estos préstamos son un alivio económico, el gobierno del presidente Daniel Ortega no recibirá la cantidad de dinero que esperaba sumar para las arcas del Estado.
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“La comunidad internacional va encontrando un camino que permite asistir las necesidades reales, sobre todo en la población más vulnerable, pero evitar en la medida de lo posible que el régimen manipule estos fondos”, dijo el economista.
Según Sáenz, las aspiraciones de recibir recursos de libre disponibilidad, es decir, en divisas líquidas, quedaron frustradas ante el dilema de la comunidad internacional de destinar recursos para un “gobierno dictatorial”.
El gobierno de Nicaragua recibió 10 millones de dólares por concepto de pago del seguro para huracanes, además 115 millones de dólares en préstamos y donaciones del Fondo Verde, a la vez que gestiona 300 millones de dólares con el Banco Centroamericano de Integración Económica.
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Mientras, el 20 de noviembre, el Fondo Monetario Internacional aprobó un paquete de financiamiento de emergencia de más de 185 millones de dólares para la balanza de pago derivada de la pandemia del COVID-19.
El economista y opositor Juan Sebastián Chamorro explicó que el gobierno de Nicaragua sólo manejara de forma directa la mitad de los fondos asignados, que además no se corresponden con los porcentajes de ayuda que han recibido otros países de la región.
“Aunque la dictadura diga que esto es un triunfo, hay algunos elementos que hacen pensar lo contrario”, dijo Chamorro a la Voz de América.
“En primer lugar, en promedio los países centroamericanos han recibido 500 millones de dólares en estos fondos especiales y no 185. Esto habla del costo para el pueblo nicaragüense de tener una dictadura a la cual la comunidad internacional solo quiere apoyar parcialmente”, agregó.
En tanto, el exdirector general de ingresos Roger Arteaga dijo que los organismos financieros internacionales no están dando carta abierta ni cheques en blanco al gobierno, sino que toda la cooperación esta mediada por condiciones de fiscalización, transparencia y escrutinio.
Cifras poco alentadoras
Los cálculos iniciales del Fondo Monetario Internacional indican que el producto interno bruto nicaragüense decaería a razón de -1.2%. Sin embargo, cuando el mundo se sumió en el temor generado por la expansión de COVID-19, ese cálculo cayó hasta –5.5%.
Las previsiones del FMI señalan además que el monto de las exportaciones esperadas para este año se redujo en 325 millones de dólares, al pasar de los previstos 3.531 millones, a una proyección actualizada de 3.206 millones.
Mientras, el COVID 19 también encogió los ingresos por turismo, que estaban fijados en 393 millones de dólares, y se desplomaron en 212 millones, para quedar en 181 millones.
Las remesas también tendrían una baja sensible de -334 millones, previendo que el total acumulado en el año será de 1.344 millones, en vez de 1.677 millones.
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Finalmente, la inversión extranjera directa ya no significará ingresos de 327 millones, como estaba previsto al comenzar el año, y quedarán en 119 millones. La diferencia de 207 millones representa una caída de 63,3% en el año.
Mientras, se espera que el gobierno presente esta semana el saldo de los daños globales ocasionados por los huracanes Eta e Iota, después de haber estimado en 178 millones de dólares los estragos del primer ciclón.