Cristiana Chamorro reta a Daniel Ortega y Rosario Murillo a un debate
Este lunes, Cristiana Chamorro, hija de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro, retó a Daniel Ortega y a Rosario Murillo a un debate para defender la dignidad de su madre y el legado de su padre Pedro Joaquín Chamorro Cardenal. Luego que la sancionada vicepresidenta Rosario Murillo acusó a la familia Chamorro de supuestamente “saquear” las arcas del Estado de Nicaragua.
"Yo reto a Daniel Ortega y a Rosario Murillo a un debate, los dos contra esta ciudadana para defender la dignidad de mi madre y el legado de Pedro Joaquín Chamorro Cardenal. Les insto a dar la cara con amplia apertura a la prensa, oficialista e independiente, nacional e internacional, y que la ciudadanía juzgue quién dice la verdad y quién miente. Murillo, con sus improperios en contra del gobierno de doña Violeta abusa de su silencio y se aprovecha de que no está en condiciones para defenderse" expresó Cristiana.
Chamorro Barrios defendió a su madre de 91 años de edad quien se encuentra postrada en una cama por un derrame cerebral y sin posibilidad de alzar su voz para defenderse del rosario de insultos de Murillo.
“No soporta el recuerdo de una mujer que hace 31 años, sentada en silla de ruedas, sin armas ni partido, motivó al pueblo de Nicaragua a votar en las urnas. Le martiriza que mi madre, con su autoridad moral y junto a la mayoría de nicaragüenses, puso fin a la guerra y al cruel Servicio Militar que llevó a la muerte a miles de jóvenes, enlutando a sus familias. La expresidenta Violeta Chamorro cumplió recientemente 91 años y está postrada en su cama, delicada de salud, con su conciencia tranquila porque su herencia es la paz y la concordia. Tiene muchas razones para estar satisfecha del deber cumplido”, reza el editorial.
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En el mensaje, Cristiana destacó los logros que alcanzó la ex presidenta, quien impulsó una difícil triple transición “de la guerra a la paz, del autoritarismo a la democracia, y de una economía centralizada a una economía de mercado”.
Cristiana resaltó que su madre sentó las bases para la institucionalidad democrática y desarrollo económico y negó que Violeta Barrios de Chamorro se aprovechara de su posición para sus intereses personales.
“Estableció una política de austeridad, dio apertura irrestricta a todas las libertades públicas y respetó los derechos humanos. Desde que terminó su período de gobierno democrático y pacifista, el noble pueblo de Nicaragua le otorgó un lugar privilegiado en la historia. Doña Violeta es símbolo de honradez y rectitud en el servicio público. Todo el mundo sabe dónde está su casa, la misma de siempre. Nunca confundió al Estado con sus intereses personales, ni ella ni su familia se enriquecieron a costa de un país empobrecido que requiere de la cooperación internacional”, señala.
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Según Chamorro, la expresidenta nunca utilizó a la Policía o al sistema de justicia para perseguir y agredir a sus adversarios. “Ni se escondió, más bien estableció una política de puertas abiertas a la prensa independiente y entregó el Gobierno, apegada a la Constitución Política y las leyes”.
La periodista señaló al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo de destruir todo “en los últimos catorce años han sido de restricciones democráticas, más pobreza, desempleo y desesperanza. Han montado un sistema represivo jamás visto en décadas. Volvieron a suprimir las libertades públicas, a llenar las cárceles de presos políticos, forzar a miles al exilio, y la CIDH, en su informe del 2018, les señaló la existencia de crímenes de lesa humanidad que deben ser investigados”, señala.
“Ortega está derrotado”
La aspirante a la presidencia de la República aseguró que los ataques a la ex presidenta no los “intimida” porque “Ortega está derrotado”. Chamorro reiteró su reto a un debate público frente al pueblo nicaragüense.
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“Murillo se equivoca rotundamente al creer que con atacar al gobierno de doña Violeta nos va a intimidar. Su burda política de comunicación en contra de la primera mujer presidenta de Nicaragua no tiene efectividad y no exime a su marido ante el pueblo, ni le limpia el pecado político e histórico de utilizar los recursos de los nicaragüenses y el fraude para reelegirse ilegalmente. Ortega está derrotado. Sabe que en elecciones libres y transparentes, con observación nacional e internacional y con un Consejo Supremo Electoral con credenciales de honestidad, el pueblo unido, otra vez triunfaría, como lo hizo hace 31 años. La vicepresidenta designada debería reflexionar y dejar de atropellar la dignidad de doña Violeta Chamorro. En su defensa, yo reto a Daniel Ortega y Rosario Murillo a un debate público, con la cara de frente al pueblo como lo hizo siempre mi padre y mi madre y lo hacemos en la familia Chamorro”, concluye el editorial.