Monseñor Báez: “no busquemos solo el propio provecho, no hagamos las cosas por interés personal"
Monseñor Silvio Báez, obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, lamentó que las sociedades viven preocupadas por “el clima de negocios”, aunque eso signifique asegurar la ganancia económica de “unos pocos” por encima del futuro de un país. Báez llamó a los actores políticos a no aprovecharse de las personas “no busquemos solo el propio provecho, no hagamos las cosas por interés personal sino con amor generoso y solidario”.
En su homilía, Monseñor se refirió a la visita de Jesús a Jerusalén, encontró un mercado en el templo –dice el Evangelio– “a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas con sus mesas” (Jn 2,14), es decir Jesús “vendedores” y “cambistas”, todos interesados en hacer negocio y sacar el mayor beneficio posible con lo que hacían. Jesús no encontró en el templo gente en oración o personas piadosas con deseo de buscar a Dios.
El obispo señaló que en la actualidad nuestras sociedades viven preocupadas casi exclusivamente por lo que llaman “el clima de negocios” por encima de la estabilidad institucional de la sociedad.
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“Piensan que basta la ganancia económica de unos pocos para asegurar el futuro de un país. El crecimiento económico, sin valores éticos, sin compromiso en favor de los más pobres y a costa de la estabilidad institucional de la sociedad, no produce por sí mismo ni mayor inclusión social ni un estado de bienestar para todos”, expresó Báez.
Ante la situación que encontró en el templo, Jesús se llenó de indignación y realizó un gesto sorprendente “con unas cuerdas hizo un látigo, echó a los vendedores de animales y volcó las mesas de los cambistas haciendo que el dinero cayera por el suelo (cf. Jn 2,15-16)”. En este sentido, el religioso llamó a los actores políticos a no buscar su propio beneficio, pues facilitan sistemas injustos.
“Cuando entran en juego los intereses financieros y el afán de ganancia, surge inevitablemente la corrupción, la falta de sensibilidad hacia los pobres y el olvido de Dios. En aquel ambiente ciertamente no había lugar para Dios, que es Padre de todos y desea que nadie sea excluido (...)Cuando el dinero se vuelve un dios surgen personas y grupos que se aferran al poder por ansias de riqueza, mientras hay otros que apoyan sistemas injustos sólo porque facilitan la economía de mercado y les permite enriquecerse aún más”, expresó Báez.
Para el obispo, la acción de Jesús dejaba claro que Dios no podía estar encubriendo una religión llena de intereses y egoísmos que fortalecía un sistema social injusto, al mismo tiempo, llamó a la feligresía a no vender su conciencia “al mejor postor”
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“Estemos atentos a no convertir nuestro corazón en un “mercado”. No vendamos nuestra conciencia al mejor postor, no perdamos nuestra dignidad solo por tener más, no actuemos en modo injusto o inmoral por afán de dinero. Estemos atentos a no convertir en un “mercado” nuestras relaciones con los demás. No nos aprovechemos de las personas, no busquemos solo el propio provecho, no hagamos las cosas por interés personal sino con amor generoso y solidario”, indicó.
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