Desempleo en Nicaragua le pasa factura a la salud mental de los jóvenes

En Nicaragua la creciente pérdida de empleos le pasa factura a la salud mental de los jóvenes, advierten expertos de diferentes disciplinas, quienes consideran que las primeras afectaciones que sufren es la vergüenza, la depresión, inseguridad, desesperanza, baja autoestima y frustración.

La psicóloga costarricense, Marysia Gonzáles, asegura que es importante que los padres estén presentes en los momentos difíciles de los hijos en estado de ansiedad y depresión para evitar una situación más drástica.

“La posición del padre en ese momento debe de ser de apoyo, de fortalecimiento y de motivación, porque de lo contrario los jóvenes escalarían a un cuadro psicológico más agudo" indicó la experta.

Agregó que el agravamiento del cuadro sicológico ocurre "cuando la persona entra en una fase de estancamiento porque no fue posible ubicarse en un periodo corto o a mediano plazo, y empiezan a verse los problemas psicológicos más exacerbados y tiran todo por la borda, hasta caer en el fracaso” explica la psicóloga Gonzales.

Efectos de migración 

Por su parte, la socióloga nicaragüense, Elvira Cuadra, manifestó que justamente por esta situación desfavorable para los jóvenes es que se ha incrementado el flujo de inmigración en Nicaragua, siendo esta la única salida a la que está obligando el régimen de Ortega a la juventud nicaragüense.

“La inmigración juvenil en Nicaragua también tiene sus efectos secundarios. Porque se reduce el recurso del capital humano que aporta al país, a la economía, al desarrollo como fuerza laboral, y se está perdiendo también lo que se conoce como el bono demográfico, ya que no hay jóvenes con oportunidades para desarrollarse profesionalmente, para desarrollarse como personas y como agentes económicos.” 

Un reciente informe elaborado por Manuel Orozco, de "El Diálogo Interamericano", sobre los países con problemas de protección de derechos constitucionales, establece que, en Nicaragua, la crisis política y económica provocó un masivo flujo migratorio. Con más de 250000 personas que han abandonado el país desde la crisis.  

El economista Maykell Marenco, coincide con el estudio, puesto que señala que la tasa de desempleo en el primer trimestre del 2022 que se registra en un 3.8, inferior a la registrada en el primer trimestre del 2021, que fue de 4.9. Lo que nos deja en evidencia, es la cantidad de jóvenes que han abandonado el país en busca de oportunidades, no que hay más empleo disponible en el país. 

“Y eso sumado a la dinámica inflacionaria que estamos viviendo, a través de la cual las personas al ver el precio en los combustibles, incorporan esto a su estructura de costos, se genera un efecto de encadenamiento y esto golpea el bolsillo de los nicaragüenses”. 

En síntesis, los expertos proyectan un panorama socioeconómico muy drástico para el país, por lo que consideran que no es el mejor lugar para un joven con sueños y aspiraciones de crecimiento.