Muñecos de año viejo listos para arder en Nicaragua
Sentados con botellas vacías de licor en las puertas de las casas o bien en los puestos de pólvora esperando a ser comprados, así encontramos a varios muñecos que a media noche serán quemados en Nicaragua, como parte de la tradición al despedir el año viejo. Los muñecos ya no están rellenos de papel periódico, sino de ropa americana (usada) y de pasto seco.
“Tenemos a estos viejos listos para vender. Ahora son más pesados que antes, porque como no hay periódico y la Avon ahora saca menos catálogos, porque los manda digitales, se complica conseguir papel, así que los llenamos de trapos. La ropa usada está a 5 y 10 pesos, así que nos sale mejor llenarlo de trapos y pólvora”, señala una comerciante de pólvora en Carazo.
Asimismo, la Voz de América (VOA) realizó un reportaje en el que los comerciantes confirman el cambio de materia prima.
“Ya no usamos papel porque más bien perjudica, mientras que aquí, con el pasto agarra fuego más rápido, con el fuego se quema salvajemente”, dijo la vendedora de pólvora Luz Marina Duarte a VOA.
Ivania es otra comerciante de pólvora que informó a la VOA que definitivamente ha cambiado la materia prima de los viejos.
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“Bueno, vos sabés que la materia prima que usábamos, como era el papel periódico, no hay, pero se ocupa mejor la paja, queda más sólido el muñeco”, indica la mujer.
El precio ha variado
Entre una semana y otra el precio de los viejos ha variado. El sábado pasado en Carazo se cotizaban entre 650 y 9oo córdobas, mientras que hoy se venden con un costo que va de los 800 a 1200 córdobas.
En los centros de venta de pólvora se advierte más movimiento que en la víspera de Navidad y los comerciantes lo confirman.
“El 24 vendimos, pero no como esperábamos, sin embargo, hoy desde mañanita la gente está viniendo a comprar. La mayoría compra cohetes de luces, pues lo bonito es que el cielo se ilumine para recibir un nuevo año. Otros compran muñecos o las bombas para meterles”, dijo Dionisio Chávez.
Por su parte, Carmen Bolaños compartió que compra pólvora porque es parte del festejo.“Un año nuevo sin pólvora es como recibirlo sin abrazos. No podemos estar apagados, la vida es una y debemos vivirla al máximo. Yo aparté un dinerito para comprar cohetes y carga cerrada. En Navidad no quemamos, pero hoy sí”, dijo esta joven que tiene un muñeco de año viejo en la puerta de su casa, el cual elaboró con ropa recolectada entre su familia.