Detienen en Italia a Fray Muratori tras ser expulsado de Nicaragua

A dos días de conocerse la expulsión del sacerdote italiano Cosimo Damiano Muratori, por parte del régimen de Daniel Ortega, la Fiscalía de Italia confirmó su detención este 16 febrero a través de un comunicado en el que declara la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.

El diario La Prensa reveló que tuvo acceso a la documentación oficial donde se explica la condena dictada contra el sacerdote franciscano Fray Muratori, quien habría sido arrestado la tarde de este miércoles al llegar al Aeropuerto Internacional Leonardo da Vinci de ese país europeo.

Muratori, de 79 años, fue requerido por la justicia italiana tras ser condenado entre el 2019 y 2021 a cuatro años y seis meses de prisión por el delito de agresión sexual agravada.

“En la tarde del 15 de febrero, la Policía de Fronteras Aéreas de Fiumicino, en coordinación con el Escuadrón Volador de Perugia y la División Interpol de la Dirección Central de la Policía Criminal, detuvo al hombre cuando se desembarcaba y dispuso su arresto inmediato”, cita el comunicado que conoció el Diario.

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Según esta notificación oficial, en la que no se menciona el nombre de Muratori, los hechos del inculpado se remontan a 2019, “cuando el aludido se comprometió en Guatemala como responsable de una organización no gubernamental católica, luego de haberse ofrecido a ayudar a la entonces víctima de 29 años… a encontrar alojamiento”.

La nota de la Fiscalía agrega que en varias ocasiones Muratori obligó a la víctima a sostener actos sexuales y detalla que tras ser condenado se mudó a Nicaragua por años hasta que las autoridades de este país lo expulsaron y el estado italiano procedió a su repatriación tras informar a la embajada de Italia en Managua.

Muratori llegó como misionero a Nicaragua en 1976 y desde el año 2000 ha estado al frente del Santuario Franciscano El Tepeyac en San Rafael del Norte, departamento de Jinotega.

El pasado 12 de febrero Fray Muratori cuestionó la detención de monseñor Álvarez tras negarse a subirse al avión que lo expulsaría de Nicaragua junto a 222 excarcelados políticos que fueron llevados a Washington y dos días después Ortega oficializó la expulsión de este sacerdote italiano no si antes acusarlo de haber intervenido “injuriosamente” en asuntos que solo competen a los nicaragüenses.