Madre de brasileña asesinada en Nicaragua pone esperanza en Lula da Silva para hacer justicia
María José Da Costa, madre de Raynéia Gabrielle Da Costa Lima Rocha, estudiante brasileña asesinada a balazos mientras conducía su automóvil en la región Lomas de Monserrat, en Managua, el 23 de julio de 2018, tiene esperanza en que Lula da Silva le ayude a encontrar justicia.
La mujer, que vive con el dolor de haber perdido a su única hija, es una enfermera jubilada que confesó a GLOBO que el “el gobierno de Brasil ha dado la espalda a la única víctima brasileña de la represión ejercida por el gobierno de Daniel Ortega”.
Sin embargo, ella cree que el regreso de Da Silva al poder es “una pequeña luz de esperanza al final del túnel”, pues considera que ahora que su país ha tomado una posición crítica sobre las violaciones de derechos humanos cometidas por Ortega, desea tener una audiencia con el presidente, para exponerle el caso y que le ayuden a encontrar al verdadero asesino.
Lea más: ¿Busca patrocinador para el parole humanitario? En este sitio podría encontrarlo
María José expuso que el gobierno de Michell Temer le dio la espalda y que pudo repatriar el cuerpo de la joven con el apoyo del ex gobernador de Pernambuco, de donde somos, Paulo Câmara, dijo la mujer, quien está segura que el asesino confeso de su hija en realidad está encubriendo a alguien.
El supuesto asesino
Pierson Adán Gutiérrez Solís es el hombre que fue condenado por el asesinato de la joven brasileña, pero la angustiada madre cita a un medio de comunicación nicaragüense que asegura que el hombre está libre y que forma parte de la planilla del Instituto Regulador del Transporte del Municipio de Managua, es decir, del Estado de Nicaragua.
“También sabemos que el arma utilizada era de uso exclusivo de personal policial y militar, y no tiene sentido que el asesino confeso, supuestamente un guardia de seguridad privada, tuviera esa arma”, señaló María José a GLOBO.
Otra cosa que la mujer denuncia es que el novio de su hija, quien iba en su vehículo detrás del de Raynéia, salió del país junto a su familia, porque fue amenazado de muerte. También comparte que el joven le dijo que algún día viajaría a Brasil para decirle la verdad y luego iba a desaparecer. Hasta hoy no han vuelto a tener comunicación.
Un sueño frustrado
Raynéia se mudó a Nicaragua en 2012 para cumplir su sueño de estudiar medicina. Viajó con un novio brasileño, con quien se casó, pero se separaron.
En 2018, cuando la joven estaba en la etapa final de sus estudios, preparándose ya para regresar a Brasil, fue asesinada, frustrando así el sueño de reunirse con su madre después de 4 años sin verse.
La madre asegura que la muchacha no estaba metida en actividades políticas y que la noche del asesinato regresaba del hospital donde trabajaba. El ataque se produjo cuando ella pasaba frente al condominio donde vive Francisco López, tesorero del Frente Sandinista. Según los médicos del Hospital Militar, la bala le dio en el corazón, el diafragma y parte del hígado.
Supuesto culpable con expediente limpio
“Quiero saber quién fue el verdadero culpable, para que lo arresten”, insiste la mujer, que también asegura que “el gobierno de Nicaragua debe responsabilizarse por el asesinato de mi hija, porque estoy segura que el asesino confeso está encubriendo a un militar que trabaja para el Estado”.
El tribunal determinó que Pierson Solís disparó porque Raynéia conducía “de manera descontrolada y con actitud sospechosa… poniendo en peligro la vida de los guardias de seguridad privada.
Solís fue sentenciado a 15 años de prisión en una audiencia de 35 minutos, a puerta cerrada. En julio de 2019, el Tribunal de Apelaciones de Managua ordenó su libertad y anuló sus antecedentes penales.
Al hombre lo liberaron bajo la ley de Amnistía creada para los presos políticos, lo cual no tiene ningún sentido, porque estaba preso por asesinato.