Martha Molina: hay espionaje en las iglesias católicas, “porque así actúan los estados criminales”
Con la reciente expulsión del sacerdote panameño Donaciano Alarcón, a quien el régimen Ortega Murillo castigó por pedir en sus oraciones por monseñor Rolando Álvarez, se han encendido las alarmas sobre la vigilancia en los templos católicos, un espionaje que confirma la abogada e investigadora Martha Patricia Molina.
Una feligresa católica solo identificada como Crucelina, señaló a 100% Noticias que la única forma que tiene el régimen de enterarse de qué dicen los sacerdotes en las homilías es poniendo a su gente en cada templo.
“No sé cuántas veces le habré dado la paz a los que funcionan como antena del gobierno, pero en realidad es preocupante que jueguen así con la fe y que expongan a los sacerdotes que lo único que hacen es alimentarnos con el pan de la palabra”, señaló la señora que omitió su nombre por motivos de seguridad.
Por su parte, Martha Patricia Molina asegura que es evidente que hay espionaje y que no es algo nuevo, porque es una táctica que usan los estados criminales.
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“Sí hay espionaje, no desde ahora, sino desde siempre, porque así actúan los Estados Criminales. Los CPC de los diferentes barrios están organizados para vigilar siempre a los sacerdotes en sus homilías y en sus actividades diarias”, dijo Molina con mucha seguridad.
Asimismo, asegura que el régimen Ortega Murillo no solo se vale de los Consejos del Poder Ciudadano, CPC, para realizar este trabajo de espías, sino que lo hace “también por medio del Ministerio de Educación, pues a los docentes que pertenecen a los colegios católicos y que son subvencionados por el Estado, les han orientado esa vigilancia permanente hacia todo lo que ellos crean que va en contra de la estabilidad del país. Los sacerdotes tienen conocimiento de esto”.
Pueden erradicar derechos, pero no la fe
Doña Crucelina también informó que durante el rezo de los vía crucis alrededor de los templos, en su comunidad parroquial ha sido notorio que anden personas de civil tomando fotos y grabando videos, aunque también señala que en algunas ocasiones, también agentes de la policía hacen ese trabajo.
Sin embargo, el régimen no solo vigila qué pasa en las iglesias y qué dicen los sacerdotes desde el púlpito, sino que en algunos casos llegan a instalar vigilancia permanente a los curas.
“Hay algunos sacerdotes, además, que tienen vigilancia permanente de policías, más en la zona norte del país”, confirma Martha Patricia Molina.
Por otro lado, al consultarle a esta investigadora por qué a pesar del asedio y de la represión contra la iglesia católica, los templos están llenos, ella aseguró: “porque quienes están en la religión católica cada día aumentan más su fe y amor en Cristo Jesús, a quien reconocen como único salvador y eso te hace tener esperanza y perder por completo el miedo”.
Finalmente, Molina aseveró que “una dictadura puede erradicar derechos, pero la fe nunca y si un católico se propuso celebrar la Semana Santa nada ni nadie lo detendrá”.