Monseñor Silvio Báez recordó en su homilía a las víctimas de Abril
El Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Monseñor Silvio BáezMonseñor Silvio Báez, recordó en su mensaje dominical recordó a las víctimas de la represión del régimen de Daniel Ortega, quienes murieron a manos de policías y paramilitares que reprimieron las protestas.
“Las llagas de Jesús Resucitado nos traen a la memoria a las víctimas que hace cinco años ofrendaron su vida soñando con un futuro mejor para nuestro pueblo y que ya viven en el corazón de Dios” Dijo Monseñor Báez, en alusión al quinto aniversario de las víctimas de la dictadura durante las protestas de abril de 2018.
“Hoy hacemos memoria de ellas -las víctimas- no para odiar y pedir venganza, ni para reproducir en nosotros los mecanismos criminales del opresor. Recordamos a las víctimas para orar por ellas y sus familias, para no repetir las injusticias del pasado y honrar su memoria exigiendo justicia y comprometiéndonos por el ideal por el que ofrendaron su vida” destacó Báez, en su homilía.
Lamenta división de la oposición
Desde el púlpito, el obispo Báez lamentó las divisiones, en especial de los grupos de oposición, que no permiten alcanzar la paz social.
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“Después de años dolorosos de represión, injusticia y muerte, seguimos divididos y enfrentados. La polarización es muy grande, pareciera que estamos condenados a no entendernos ni unirnos jamás. No hay paz social sin paz interior en las personas” dijo en su mensaje.
Según el religioso, el enfrentamiento recíproco “sólo nos hace perder tiempo y energía que podríamos estar dedicando a construir juntos un futuro de justicia y de progreso para todos. Pidamos hoy a Jesús Resucitado el don de su paz para ser agentes de entendimiento, unidad y concordia” reflexionó Monseñor Báez en su mensaje.
El mensaje del Obispo coincide con un aniversario más de la rebelión de abril de 2018 en Nicaragua, donde prevalece la violencia en contra de la ciudadanía
“También los pueblos tienen llagas. Los pueblos sometidos, apresados y exiliados, privados de sus libertades e irrespetados en sus derechos humanos son pueblos con heridas sangrantes. Esas heridas van a resucitar, como las de Jesús. Creer en el Señor Resucitado es vivir con la certeza de que las llagas del pueblo no son para siempre” confía el religioso.
Monseñor Silvio Báez agregó que debe permanecer la esperanza. “No nos cansemos de luchar y de esperar…nunca se perderá ningún esfuerzo que hagamos por defender la vida, la libertad y la dignidad de los seres humanos” concluyó en su mensaje.
Baez, emitió su mensaje en la iglesia Católica St Agatha en Miami, la que fue abarrotada por familiares de las víctimas de la represión de abril, exiliados y desterrados.
Entre los asistentes usaron una bandera de Nicaragua con el escudo invertido como muestra de repudio a la dictadura de Daniel Ortega y un banner que exigía la libertad del Obispo de Matagalpa Rolando Álvarez y los sacerdotes José Leonardo Urbina Rodríguez y Manuel Salvador García Rodríguez, acusados de delitos comunes.