Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua: 4 años documentando violaciones de DDHH de la dictadura

El 30 de abril de 2019, un grupo de nicaragüenses que salió al exilio forzado a raíz de la persecución y el cierre de organismos defensores de derechos humanos, dio vida al Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca +, que desde entonces opera en Costa Rica y sigue documentando las graves violaciones de DDHH de la dictadura Ortega Murillo.

Cuatro años después, siguen trabajando en la construcción de la memoria histórica nicaragüense y brindando acompañamiento a la población víctima de violaciones de derechos humanos en los procesos de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición, mediante acciones documentación, denuncia nacional e internacional, articulación de redes y alianzas nacionales e internacionales, uso de mecanismos internacionales de protección de derechos humanos y sistematización de información que permitan la construcción de la memoria histórica nicaragüense.

El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca + también trabaja para que se construya una democracia duradera basada en el respeto a los derechos humanos.

Los cimientos de esta organización son hombres y mujeres que más allá del compromiso con los derechos humanos, tienen pleno conocimiento del actuar de la dictadura, pues vivieron en carne propia persecución y cancelación de organismos defensores de derechos humanos.

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La mayoría de sus integrantes vivieron la cancelación y ocupación del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) y conversamos con tres de sus miembros fundadores sobre el caminar durante los últimos años.

El duro paso del exilio

Braulio Abarca compartió que se exilió el 23 de diciembre del año 2018, después del cierre arbitrario del Cenidh y del asalto de 100% Noticias, el canal.

“Entré a Costa Rica en la madrugada del 24 de diciembre de 2018 y posteriormente solicité refugio en Peñas Blancas. Me trasladé a San José y fue duro para mí haber tenido que desplazarme forzadamente y dejar a mi familia en Nicaragua, lo cual me ha dolido toda el alma, pues mi mamá y mi papá se quedaron allá con mis hermanos”, comentó.

Por su parte, Yader Valdivia, quien era defensor de derechos humanos en Matagalpa también resiente que, aunque sean países vecinos todo es diferente, “lo más duro de esto es saber que en el país hay una crisis de derechos humanos, estaban matando personas, encarcelando personas y tener que dejar a mi familia, fue lo más más duro”.

Valdivia confiesa que llegó con $300 a un país tan caro, durmió en el piso, por lo que tuvo que empezar desde cero.

Asimismo, Wendy Quintero, quien llegó más tarde a Costa Rica, cuenta que estuvo en otros países y al llegar a Costa Rica, sintió más cercanía: “fue grato poder llegar a Costa Rica porque acá hay muchísimas personas nicaragüenses, muchísimos colegas, entonces sentí que estaba un poco más cerca de mi casa, obviamente no de mi casa sino de mi país obviamente no es lo mismo”.

Cómo nace el colectivo

Abarca comparte que se encontraron en Costa Rica y “dijimos qué vamos a hacer ahora cómo hacemos algunos de nosotros pensábamos en que podíamos trabajar en otras cosas podíamos ver qué hacer no obstante nuestra formación y nuestra escuela como defensoras y defensores derechos humanos fue lo que nos hizo el llamado y decidimos continuar nuestra labor y ahora estar en Costa Rica y llamarnos Colectivos Derechos Humanos Nicaragua nunca más recuerdo que fue con el apoyo de varias organizaciones internacionales”, confió.

Mientras que Valdivia apunta que “el colectivo surge de la necesidad de las víctimas, de la necesidad de que hay una crisis de derechos humanos y que se debe de seguir adelante realizando labor de derechos humanos y pues las víctimas demandaban qué iba a suceder con sus casos y si el Cenidh no estaba las víctimas te impulsan a decir hay que continuar como sea hay y pues ese era  el compromiso de mi persona y siete colegas más acá en el exilio”.

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No todo fue fácil, pues aunque apuntaban a la documentación y a la búsqueda de la justicia y la construcción de la memoria, “en el momento que dijeron hagamos una organización formal legal de derechos humanos fue un desafío porque éramos personas solicitantes de refugio, no éramos personas costarricenses o personas ya refugiadas, solo teníamos un carnet de solicitud de refugio ni siquiera era un permiso laboral y teníamos que ver cómo nos constituimos y bueno recibimos el acompañamiento de una organización hasta que lo logramos.

Los logros a cuatro años de trabajo

Abarca señala que “dentro de los logros que hemos obtenido está que como organización somos un referente en temas de derechos humanos, de memoria histórica, de defensa de los derechos y libertades fundamentales de la población, de la asesoría jurídica en temas de refugio y tramitología, así como también poco a poco nos vamos convirtiendo en una referencia en temas de educación basado en derechos humanos y cultura de paz y memoria histórica “.

También resalta que continúan trabajando por la promoción de la defensa de los derechos humanos de las personas nicaragüenses exiliadas y algunas que todavía se encuentran en Nicaragua. 

“Tenemos una oficina que cuenta con acompañamiento psicosocial. También con acompañamiento jurídico brindamos talleres en derechos humanos, ciclos formativos que nos ha permitido continuar nuestra labor y también fortalecer las capacidades y habilidades de otras personas que son participantes los talleres de derechos humanos” señaló Abarca. 

Mientras tanto, Yader Valdivia explica que en 4 años han documentado más de mil casos de personas que han sido víctimas de violaciones a derechos humanos, también destaca el sobrevivir como organización de derechos humanos nicaragüense en Costa Rica, donde ya son referente de derechos humanos tanto para Nicaragua como para el vecino país y ante la comunidad internacional.

“Hemos llegado casi a 50 medidas cautelares aprobadas por la Comisión Interamericana, en el aspecto de litigio hasta la fecha, hemos estado trabajando cuatro peticiones ante el sistema interamericano para que puedan elevarse ante la Corte interamericana y una de ellas ya se encuentra en manos de la Corte Interamericana”, señaló entre otros logros como los informes sistemáticos sobre libertad de prensa y leyes represivas en Nicaragua, tortura y el observatorio contra la torturay la obtención del premio Democracia, de la Fundación Nacional para la Democracia (NED). 

La voz de los que no pueden hablar 

 Wendy Quintero dice que al hablar de logros y resultados se apunta a un proceso con el cual “las personas que formamos el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca + nos llenamos de mucha fortaleza para seguir, porque no ha sido fácil. Nosotros mismos también somos víctimas de la represión, también experimentamos el exilio creo que eso nos permite no solo tener esta empatía tan necesaria con nuestros hermanos y nuestras hermanas, sino que además comprendemos perfectamente el sufrimiento, el dolor y comprendemos todo lo que han pasado”.

“Estamos en una construcción colectiva y lo que sí te puedo decir es que nosotros cada vez logramos no solamente estabilizar la organización como tal, pues en todos estos años pasamos de ser una organización chiquita a una organización que además es reconocida a nivel internacional. Creo que el trabajo que hemos realizado como defensores de derechos humanos, como personas que estamos incidiendo muchísimo en diversos espacios nacionales e internacionales, logrando llevar la voz de las personas que no pueden dentro de Nicaragua y apoyar y acompañar a quienes están en el exilio, ese es uno de los logros más grandes”, insistió.

“Somos parte de varias campañas a favor y por la libertad de las personas presas políticas, acompañamos a las madres, acompañamos a las familias de personas presas políticas y de asesinados y les acompañamos no solamente en solidaridad sino que también nos ponemos a trabajar con todos para un bien común para para un objetivo común, que en este caso es buscar la justicia y la verdad creo que es el mejor resultado que nosotros podemos tener el reconocimiento de las personas”, concluyó.