Rosario Murillo anuncia misa oficiada por el cardenal Brenes, a quien llamaron a declarar por “lavado de dinero”
En medio de la feroz persecución de la dictadura contra la Iglesia Católica, en su alocución del mediodía, este viernes, Rosario Murillo anunció que celebrarán una eucaristía por el descanso eterno del Cardenal Miguel Obando y Bravo, la cual será oficiada por monseñor Leopoldo Brenes, a quien han requerido para que hable sobre el uso de las cuentas eclesiales en Nicaragua.
“Tenemos el día de mañana 3 de junio, con la comunidad universitaria de la Universidad Católica, Unica, el aniversario de la partida a la casa del padre de su eminencia el Cardenal Miguel Obando”, anunció Murillo.
Siempre en su postura de supuesta mujer piadosa y de fe, llamó “nuestro cardenal” a Obando y Bravo, con quien ella y Daniel Ortega tuvieron una relación difícil en los años 80, pero luego el jerarca católico llegó a convertirse en parte del círculo íntimo de la familia dictatorial.
“La misa la oficiará su eminencia el señor Cardenal Leopoldo Brenes, será por la mañana para celebrar el legado de reconciliación y paz de nuestro cardenal Miguel Obando y Bravo, un legado que caminamos todos con amor y esperanza”, prosiguió.
Más doble discurso
Murillo también trató de “su eminencia” al cardenal Leopoldo José Brenes, obispo de la Arquidiócesis de Managua, cuyas cuentas bancarias intervinieron y por medio de la policía acusaron a la institución eclesiástica de lavado de dinero.
Asimismo, al parecer Murillo olvidó que la dictadura requirió al cardenal Brenes, por medio de la Superintendencia de Bancos, y a la Conferencia Episcopal, para que presenten los documentos que muestren los movimientos de las cuentas bancarias de las Diócesis “de manera que se cumpla en todo momento con las Leyes del País, evitando los actos ilícitos que se han venido cometiendo”.
Asimismo, el cardenal Brenes también reconoció que están pasando apuros para pagar los salarios de maestros de las escuelas católicas, porque las cuentas están congeladas.