Dos sacerdotes nicaragüenses obligados al exilio

Los presbíteros Luis Masís Velásquez y Bayardo Antonio Rugama, de la Diócesis de Bluefields, dejaron sus parroquias para evitar ser encarcelados, informaron sus respectivas feligresías. 

Los religiosos abandonaron sus territorios por razones de seguridad,  debido a la escalada represiva del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en contra de la Iglesia Católica. 

La diócesis de Bluefields, cuya sede está ubicada en el Caribe Sur, no oficializó la información, pero los feligreses confirmaron a medios de comunicación independientes que la estadía de los religiosos en su zona ya era insostenible, debido al asedio frecuente y las amenazas de cárcel.

En el caso del presbítero Bayardo Antonio Rugama, se sabe que estaba a cargo de la parroquia de El Tortuguero, un municipio de la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur.

Agresiones en contra de la iglesia se multiplican

Los  sacerdotes se sumarían a la lista de 77 religiosos que se exiliaron para evitar la cárcel y resguardar sus vidas, persecución que se denuncia nacional e internacionalmente.

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Entre el 2018 y 2023, la abogada e investigadora social Martha Patricia Molina, documentó más de 500 agresiones en contra de la Iglesia Católica de Nicaragua y el conteo no se detiene. 

A diario en Nicaragua surgen noticias de  una acusación, violencia verbal, denuncia de asedio o persecución y cualquier vejamen , en contra de religiosos, laicos, parroquias y ahora acusaciones de lavado de dinero a la institución como tal. 

En sus últimas presentaciones, la investigadora resaltó el subregistro de agresiones ante el temor a denunciar. “Hay una inexistente denuncia por parte de las autoridades eclesiásticas esto significa que se están efectuando hostilidades en contra de los sacerdotes, la iglesia católica y laicos”. 

“He tenido información confidencial de parte de sacerdotes, seminaristas y laicos de agresiones nefastas que están ocurriendo en la iglesia católica y más en el interior del país pero por uno u otro motivo esto no ha salido a la luz pública y yo tengo que respetar la confidencialidad”, indicó Molina ante medios de comunicación.

Entre las agresiones de mayor trascendencia se encuentran el encarcelamiento del obispo Rolando Álvarez, de la Diócesis de Matagalpa por supuestos delitos políticos y condenado a 26 años de cárcel.