Cae el comisionado general Pérez Olivas, el torturador de El Chipote no logró el perdón de Murillo

Las últimas horas han sido las más amargas para el comisionado general Luis Alberto Pérez Olivas cuyos intentos por evitar la vergüenza de la purga no le rindieron frutos. La Policía Orteguista, finalmente cumplió la orden de destituir de su cargo y enviar a retiro al que hasta el día de ayer fungía como jefe de la Dirección de Auxilio Judicial Nacional (DAJ), el centro de torturas de la dictadura conocido como El Chipote, asegura a DESPACHO 505 una fuente policial.

La salida de Pérez Olivas fue ordenada la propia Rosario Murillo y se hizo efectiva por la resistencia que este puso a ocupr el cargo de jefe de la delegación policial del Distrito III de Managua.

«A Pérez Olivas le habían propuesto inicialmente hacerse cargo de la jefatura departamental de Carazo y, posteriormente, le ofrecieron el Distrito III de Managua donde ya estaba operando, pero tampoco aceptó, porquele pareció que lo estaban degradando», contó la fuente que es una persona allegada al comisionado general.

Incluso, confió que el comisionado general en retiro Horacio Rocha, que regresó a la Policía tras ser nombrado en diciembre del 2022 asesor presidencial para asuntos de seguridad es quien amaneció este viernes como jefe interno de la DAJ.

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«Rocha ya tenía varios días de estar dando orientaciones en Auxilio Judicial y por las inexplicables cosas que están sucediendo dentro de la institución policial, no se descarta que lo nombren como jefe», comentó la fuente.

Con Pérez Olivas ya suman seis los comisionados orteguistas que en los últimos  siete meses han sido destituidos y enviados a retiro en secreto, pese a haber sido leales al régimen como cómplices de graves violaciones a los derechos humanos que, según informes de organismos internacionales, incluyen casos que califican como crímenes de lesa humanidad.

SEIS COMISIONADOS PURGADOS EN SIETE MESES

La sacudida en la cúpula policial inició el 25 de noviembre del 2022 con la purga del comisionado general Adolfo Marenco, quien era el jefe de la Dirección de Investigación e Inteligencia de la Policía.

A finales de marzo  democionado de su cargo como jefe de Masaya y enviado  a retiro el comisionad general, Juan Valle Valle.

En abril, el patrón de purga se repitió con los comisionados generales Luis Barrantes, exjefe departamental de Matagalpa, y Pedro Rodríguez Argueta, que llegó de manera Efímera a sustituir a Valle Valle.

A la lista  de «desterrados» de la Policía también se sumó el comisionado mayor Oswaldo Pérez Woo, que fungía como jefe departamental de Granada.

«La sacudida en los altos mandos de la Policía no se detiene con la salida de Pérez Olivas, ya que  la orientación  de  Rosario Murillo es eliminar a los viejos cuadros de la institución para colocar el personal de su confianza porque parece que está pensando contar con gente leal a ella en el futuro», cree la fuente.

Luis Alberto Pérez Olivas tiene 67 años y desde joven se integró al FSLN en tareas de conspiración contra la dictadura de Somoza en el Occidente del país. Es sseñalado de cometer secuestros, torturas y ejecuciones contra los opositores que se alzaron contra Ortega.

Es parte de la larga de lista de sancionados por violaciones de derechos humanos en Nicaragua. Estados Unidos, por ejemplo, señaló en las razones para su desiganción “denuncias de tortura, violación, electrocución, laceraciones con alambre de púas, estrangulamiento y palizas con tubos de acero” a presos políticos en El Chipote.